Un nuevo estudio destaca la importancia de controlar el estrés en el tratamiento de enfermedades inflamatorias intestinales como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
El estudio revela que eventos estresantes como la pérdida del empleo, problemas familiares o rupturas sentimentales a menudo desencadenan brotes inflamatorios.
El cerebro envía señales a las glándulas suprarrenales para liberar glucocorticoides, sustancias químicas que pueden desencadenar la inflamación en el cuerpo.
Por medio de un estudio que fue publicado en la revista Cell, unos investigadores descubrieron que el glucocorticoide afecta las neuronas y las células glía en el intestino, lo que desencadena la activación de células inmunitarias.
Estas células liberan moléculas que normalmente combaten patógenos, pero en este caso causan inflamación intestinal y dolor. El estudio se realizó en ratones.
Los glucocorticoides también tienen la capacidad de inhibir el desarrollo de las neuronas intestinales inmaduras, esto provoca un movimiento lento de los alimentos a través del sistema digestivo, aumentando la incomodidad asociada con las enfermedades inflamatorias intestinales.
“Nuestro estudio enfatiza la importancia de considerar la salud mental del paciente en el manejo clínico de las enfermedades inflamatorias. La evaluación del estado mental, junto con estrategias para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, podría ser una herramienta poderosa e infrautilizada para mejorar el éxito del tratamiento”, señaló el estudio.
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