El equilibrista estonio, en un acto que dejó a todos los espectadores sin aliento, batió su propio récord al cruzar entre los cerros.
Con una destreza asombrosa y una valentía inigualable, Roose caminó sobre una delgada cuerda a lo largo de un tramo de 300 metros entre los dos icónicos cerros de Bogotá. El desafío atrajo a una multitud de espectadores que se congregaron en los alrededores para presenciar la proeza del deportista que buscaba batir su propio récord a 3.100 metros de altura.
La cuerda floja, tensada a una altura vertiginosa sobre el abismo que separa los cerros, desafió los límites de la concentración y el equilibrio del hombre durante 2 horas y 12 minutos.
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El equilibrista estonio, conocido por sus actuaciones audaces en todo el mundo, expresó su emoción en diálogo con la W Radio: «Es un honor para mí llevar a cabo este acto aquí en Colombia. La energía y el apoyo de la gente han sido increíbles», comentó Roose después de completar la travesía.
“Decido ir poco a poco porque cada movimiento es con pasos muy simples (…) me pongo como meta los primeros cien metros y así. Estando a la mitad (del recorrido) es aún más difícil y el reto se pone más complejo”, añadió el equilibrista.
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El motivo para realizar este acto en la capital colombiana, aseguró: “La altura de Bogotá fue un reto. Tuve que hacerlo en altitudes similares para prepararme, pero quería repetir la historia de Harry Warner (1895)”.
