Aunque en un principio se informó que alias Matamba había sido abatido durante la operación de captura, la investigación sugiere una versión distinta de los hechos.
En una reciente investigación realizada por El Tiempo, se han revelado detalles de relevancia sobre la operación que culminó con la muerte de Juan Larison Castro Estupiñán, conocido como alias Matamba, uno de los líderes del narcotráfico en el sur de Colombia. Matamba, quien era señalado como uno de los criminales más peligrosos del país, fue abatido en mayo de 2022 en una zona rural de Antioquia.
Inicialmente, las autoridades habían informado que Matamba fue neutralizado en un enfrentamiento después de resistirse a su captura e incluso lanzar una granada contra los agentes. Sin embargo, la investigación de El Tiempo ha revelado audios y testimonios que sugieren una historia diferente.
Según los nuevos hallazgos, Matamba estaba escondido en una finca de exparamilitares en Antioquia, quienes habrían colaborado en su fuga de la cárcel La Picota en Bogotá. El narcotraficante habría estado buscando una nueva propiedad para adquirir y refugiarse, ya que comenzaba a desconfiar de sus aliados debido a la posible intervención de sus celulares por parte de la Policía.
El día de su muerte, Matamba estaba visitando una propiedad en la vereda El Ariza, de Cimitarra (Santander), acompañado únicamente por un escolta. En ese momento, un comando jungla de la Policía lo interceptó y se produjo un intercambio de disparos. Aunque su guardaespaldas logró escapar, Matamba fue capturado y sometido a un interrogatorio violento y tortuoso por parte de los policías, según los testimonios recabados.
Testigos presenciales relatan que los agentes cortaron árboles en la finca para facilitar el aterrizaje de helicópteros y la llegada de más efectivos. Además, se menciona que se plantaron armas junto al cuerpo de Matamba para simular un enfrentamiento y justificar su muerte como resultado de un operativo legítimo.
Estas revelaciones han generado un giro en la investigación, ya que ahora las autoridades están siendo cuestionadas por su actuación en el caso. La Policía ha defendido la legalidad de la operación y ha asegurado que no hubo irregularidades, comprometiéndose a esclarecer los hechos ante la Fiscalía General de la Nación.
