Los uniformados deberán responder por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio, constreñimiento a prostitución y tortura
Tres funcionarios de la Policía del Cesar fueron capturados en las últimas horas por formar parte de una banda que hacía y permitía actos de corrupción, prostitución y tortura al interior de una Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, en Valledupar.
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Según la investigación preliminar, los uniformados identificados como Sergio Antonio Mendoza Chiquillo, Edwin Calderón Vargas y Ellelvis Luis Alarcón Rivera ofrecían beneficios a los detenidos a cambio de dinero.
Corrupción y prostitución
“Se logró la captura de tres uniformados señalados de conformar una red de corrupción y prostitución al interior de la URI de Valledupar, los hechos tuvieron ocurrencia entre el mes de enero y diciembre de 2020, cuando, al parecer, se concertaban entre sí para exigir sumas de dinero a personas que allí se encuentran detenidas”, aseguró, Lucy Vidal, directora de Fiscalías del Cesar.
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Según el ente investigador, los custodios de la URI permitían a cambio de dádivas que los detenidos tuvieran ciertas comodidades al interior de las celdas, e incluso permitían que hombres y mujeres pudieran tener relaciones sexuales en el lugar. A las meretrices y demás personas que llegaban de «visita» los hacían pasar como abogados.
Los uniformados, que ya están privados de libertad en centro carcelario, también permitían el ingreso de celulares y alcohol.
Tortura
Los investigadores revelaron que el uniformado Sergio Antonio Mendoza incurrió en el delito de tortura, cuando recibió $300.000 a cambio de permitir este hecho con otro detenido.
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“La Policía adelanta la correspondiente investigación disciplinaria para tomar las medidas necesarias en este hecho, continuaremos direccionando el comportamiento ético de todos nuestros hombres y mujeres policías”, dijo el comandante de la Policía del Cesar, Coronel Jesús Manuel de los Reyes.
Los uniformados deberán responder por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio, constreñimiento a prostitución y tortura.
