El Jefe de Estado del pequeño país asiático les dijo a sus fuerzas armadas que se olvidaran de los derechos humanos

Rodrigo Duterte, polémico presidente de Filipinas, le ordenó a sus tropas «disparar y acabar de inmediato» con los rebeldes comunistas armados que mantienen una guerra a muerte con su gobierno tras calificarlos como «bandidos sin ideología alguna».

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«He ordenado a los militares y a los policías que, durante los enfrentamientos, si los enemigos están armados, mátenlos. ¡Mátenlos de inmediato! (…) Asegúrense de matarlos de verdad y acaben con ellos si están vivos», sentenció el Mandatario asiático este viernes.

Dedicándoles su discurso durante un consejo que busca poner «fin a las hostilidades», desde la ciudad Cagayán de Oro, Duterte les dijo que están librando una guerra que ya no ganaron y que continúan llevando a cabo a través de los delitos más atroces: violaciones, asesinatos y extorsión, entre otros.

«No tengo ningún reparo en hacer las cosas que tenga que hacer», agregó el Presidente de Filipinas. Así mismo les dijo a sus fuerzas armadas «que se olviden de los derechos humanos».

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Más adelante aseveró que solo él tendrá la responsabilidad de sus órdenes, añadiendo que está dispuesto a «ir a la cárcel» si la justicia lo ve necesario. «Solo asegúrense de devolver los cuerpos a sus respectivas familias», agregó.