El agente de la DEA estadounidense, quien estuvo desaparecido durante varios días, fue encontrado junto a dos mujeres por las autoridades locales en un estado de completa desorientación, con la mirada perdida.

Un encargado de una tienda deportiva en el norte de Bogotá notó un inusual frenesí de compras por parte de dos mujeres quienes estaban acompañadas por menores de edad, y un hombre que actuaba de manera extraña, adquiriendo zapatillas y gorras deportivas. El individuo aparentemente somnoliento y agotado resultó ser un agente de la DEA (Drug Enforcement Administration) estadounidense que había estado desaparecido durante varios días. Las mujeres y los niños formaban parte de un plan para vaciar las cuentas bancarias del ciudadano extranjero que estaba bajo los efectos de la escopolamina.

El agente Israel Cárcamo fue visto por última vez el pasado sábado 16 de septiembre, en medio del fervor de las festividades de amor y amistad, por sus conocidos. Había estado en Colombia durante algunas semanas como parte de una comisión de la DEA de Estados Unidos en el país, en una situación que se desarrollaba en total tranquilidad hasta ese momento. En una escapada de la que se desconoce si tenía autorización, el agente decidió disfrutar del encanto de la Bogotá nocturna, eligiendo la Zona T, conocida por sus restaurantes y lugares de rumba.

Sin embargo, de manera misteriosa, desapareció en ese lugar, lo que generó inquietud entre sus compañeros. Dado el estatus del ciudadano extranjero, se comenzaron a formular múltiples hipótesis escabrosas sobre su paradero.

48 horas después, una caja registradora marcó la suma de $3 millones de pesos. Enfrente de ella, se encontraba una persona con la mirada ausente, sin tener una idea clara de su ubicación, simplemente pasando su tarjeta de crédito para adquirir todas las prendas que dos mujeres y un niño iban añadiendo a la bolsa de compras.

Esta conducta llamó la atención del encargado de la tienda, quien, preocupado de que su cliente estuviera bajo la influencia de alguna droga desconocida, decidió contactar a las autoridades. En cuestión de minutos, varios agentes de la Policía se presentaron en el lugar para evaluar el estado de este misterioso hombre con la mirada perdida.

De inmediato, estas dos mujeres fueron capturadas y puestas a disposición de la autoridad competente para ser judicializadas. Entre tanto, a los menores se les restablecieron sus derechos, por parte del personal capacitado en infancia y adolescencia.

La mercancía, así como la tarjeta, fueron recuperados por las autoridades, desconociendo si puedan ser del gusto del ciudadano norteamericano, al que por fortuna no le ocurrió nada.