Más del 50% de las recientes infecciones de transmisión sexual (ITS) afectaron a individuos de 15 a 24 años.

Con el incremento constante de las tasas de infecciones de transmisión sexual en Estados Unidos, se está volviendo más común que los médicos receten un antibiótico de uso general para prevenir las infecciones por clamidia, gonorrea y sífilis en hombres homosexuales y bisexuales, así como en mujeres transexuales.

La doxiciclina, un medicamento que tradicionalmente se utiliza para tratar infecciones de transmisión sexual bacterianas una vez que ya se han presentado, está siendo reconsiderada en su uso. Estudios recientes indican que una dosis de 200 mg de este fármaco podría ser eficaz en la prevención de estas infecciones en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, siempre que se tome en las 72 horas posteriores al acto sexual sin protección.

Este enfoque, conocido como doxyPEP, ha generado un gran interés y se espera que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) publiquen en las próximas semanas un borrador de pautas para guiar el uso del tratamiento preventivo por parte de los profesionales de la salud. Estas pautas podrían abordar cuestiones como la cantidad de pastillas en una receta o las situaciones en las que podría indicarse.

«El número de casos de sífilis en Estados Unidos ha alcanzado su nivel más alto en más de 50 años. El país necesita nuevas herramientas para prevenir las infecciones de transmisión sexual«, afirmó el Dr. Jonathan Mermin, director del Centro Nacional de Prevención del VIH, hepatitis víricas, enfermedades de transmisión sexual y tuberculosis de los CDC, en un correo electrónico.

En una investigación reciente, doxyPEP demostró una eficacia del 65% en la reducción de la incidencia de gonorrea, clamidia y sífilis. Alrededor de 500 hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres y mujeres transexuales participaron en el estudio entre agosto de 2020 y mayo de 2022. Los participantes, todos con historial de enfermedades de transmisión sexual en el último año, fueron asignados aleatoriamente para recibir doxyPEP o su tratamiento habitual sin él. Este estudio, publicado en abril en la revista académica New England Journal of Medicine, se llevó a cabo en clínicas de San Francisco y Seattle.

Entre los participantes en el estudio que no tenían VIH, se diagnosticó una enfermedad de transmisión sexual bacteriana en alrededor del 10,7% de las visitas trimestrales a las clínicas del grupo doxyPEP, en comparación con el 31,9% de las visitas del grupo que recibió atención estándar.

Entre los participantes que vivían con el VIH, se identificó una infección bacteriana en alrededor del 11,8% de las visitas trimestrales a las clínicas del grupo doxyPEP, en contraste con el 30,5% de las visitas en el grupo que recibía atención estándar.

No obstante, los investigadores también notaron un leve incremento en el número de infecciones de gonorrea resistentes a la doxiciclina en el grupo doxyPEP en comparación con el grupo de tratamiento estándar del estudio. Esto sugiere que el doxyPEP podría proporcionar una menor protección contra las cepas de gonorrea ya existentes que han desarrollado resistencia a la doxiciclina.

Dado que la doxiciclina es un antibiótico, la doxyPEP no ofrece protección contra infecciones víricas de transmisión sexual, como el molusco contagioso, el herpes o el VIH. Además, no se ha explorado ampliamente el uso de esta medicación como profilaxis posterior a la exposición en mujeres cisgénero.

Las tasas de infecciones de transmisión sexual han experimentado un aumento en todo Estados Unidos, con más de 2,5 millones de casos registrados en 2021, lo que supone un incremento del 7% en comparación con el año anterior, según datos publicados en abril por los CDC.

La clamidia representó más de la mitad de esos casos, con un aumento de alrededor del 4% en 2021. Los casos de gonorrea aumentaron casi un 5%. Además, los casos de sífilis aumentaron un 32% en un año, incluyendo un preocupante incremento de las infecciones transmitidas de madres embarazadas a los fetos en desarrollo en el útero. En 2021, la sífilis congénita resultó en 220 casos de mortinatos y muertes infantiles.