$4.600.000 fue el total de la cuenta que tuvo que pagar un turista brasileño en Barú por un pollo con patacones, agua y una carpa
Se trata de Caio Lazzaretto Mónaco, de 27 años, quien vivió una amarga experiencia en lo que se suponía, eran unas agradables vacaciones, pues asegura que fue víctima de una estafa con un datáfono alterado en Playa Blanca, Barú, este pasado 9 de septiembre. Caio tuvo una estancia de un total de 42 días en Colombia de los cuales solo estuvo 7 días en Cartagena que como él lo expresó, «El único problema que tuve fue en Barú. Terrible allá».
Su martirio en Barú comenzó cuando solicitó un tour para conocer el Aviario Nacional y Playa Blanca, que no fue confirmado por error de la empresa de turismo, así que para no perderse la experiencia, decidió ir por su cuenta tomando una buseta. Cuando llegó allí, fue distraído por varios sujetos que le sacaron el celular de su maleta y Caio, no se percató hasta que llegó a otro sitio en la playa, allí, varios locales se ofrecieron a ayudarlo diciéndole que conocían a todos en la zona y que lamentaban la situación.
Fue en ese momento que aprovechándose de la confianza ganada, los hombres del lugar le llevaron un plato de pollo con patacones, agua y lo ubicaron en una sombrilla, con la premisa de que podía quedarse con ellos tranquilo y que el valor sería de tan solo $60.000 pesos por todo, además de que podría pagar con tarjeta de crédito, sin embargo, cuando quiso realizar el pago, pudo notar que el datáfono estaba manipulado y que el monto que aparecía allí era de $1.200.000 en lugar de la tarifa que le habían dado momentos antes.
El turista al ver tan exagerada cifra se negó a pagar y de la nada aparecieron entre tres y cuatro hombres que comenzaron a amenazarlo con agredirlo físicamente si no cancelaba el pago de lo que había consumido «Si no pagas, no sales de esta playa. ¿Quieres tener problemas en Cartagena? Es mejor pagar», fueron palabras que Caio recuerda, le decían los peligrosos sujetos.
«Fueron como cinco horas de puro miedo y tensión, y no me dejaban salir del lugar sin hacer el pago, tampoco llamar a la Policía» relató el brasileño sobre su estadía en Barú. Finalmente, los hombres llegaron con un segundo datáfono en donde se podía leer un monto por $120.000, al cual Caio accedió pagar pensando que se libraría de la situación, sin embargo, como su celular había sido hurtado momentos antes, no pudo acceder a su información bancaria y se dio cuenta del daño de más de $6.000.000 de pesos hasta que regresó a su país natal, Brasil.
Estando aún en Colombia intentó poner la denuncia pero las autoridades del aeropuerto no le brindaron ninguna solución y en este momento con ayuda de la embajada de Brasil en Cartagena, está intentando crear un informe policial para lograr algo de justicia por este amargo rato en Barú.