Se espera que la temperatura en Bogotá alcance un máximo de alrededor de 20 grados Celsius.
En la ciudad de Bogotá dio inicio la temporada de lluvias, marcando el comienzo de un fenómeno climático esperado pero que también conlleva importantes implicaciones para la prevención de desastres en la capital del país junto con sus habitantes.
El primer día de abril fue testigo de fuertes precipitaciones en horas de la tarde, incluso con granizadas en algunos sectores de Cundinamarca. Este cambio en el clima, aunque positivo en términos de abastecimiento hídrico y calidad del aire, también genera preocupación por diferentes motivos.
Uno de los aspectos destacados es la necesidad de la lluvia para ayudar a mitigar los efectos de los recientes incendios que afectaron diversas zonas de la capital. La dispersión del material particulado en el aire como resultado de estas conflagraciones es un aspecto crítico que la lluvia puede contribuir a aliviar.
Además, se hace hincapié en la importancia de las precipitaciones para elevar los niveles de agua en embalses vitales para la producción de energía en la ciudad. El bajo nivel de algunos embalses constituye una preocupación, y la temporada de lluvias se convierte en un elemento clave para garantizar un suministro estable de energía.
En este contexto, la empresa XM, operadora del sistema eléctrico, ha lanzado una advertencia sobre la necesidad de alcanzar niveles significativos de lluvia en comparación con años anteriores. Si la temporada de lluvias no cumple con estas expectativas, se podrían presentar aumentos en las tarifas de energía y la implementación de medidas de racionamiento del consumo, incluyendo la posibilidad de apagones.
El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) ha señalado la posibilidad de lluvias en diferentes sectores de Bogotá, con mayor probabilidad en la zona norte durante la tarde de este martes 2 de abril.
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