Las licoreras de Cundinamarca y Antioquia son las que se han visto más afectadas en tiempos de pandemia
La venta de aguardiente se vio directamente afectada por los cierres de los bares en Colombia a causa del Covid-19, las medidas como cuarentena, toque de queda y especialmente la ley seca aportaron a que la industria se viera seriamente golpeada por la crisis.
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Un reporte de La República da cuenta de la gravedad de las cifras para el sector en general, pues durante el 2020 se vendieron alrededor de 54,2 millones de botellas, mientras que en 2019 fueron 89,4 millones, lo cual representa una disminución del 39 %.
Específicamente, el aguardiente sufrió las consecuencias teniendo en cuenta un reporte de la Asociación Colombiana de Industrias Licoreras (Acil), que confirmó que esta bebida tuvo una caída en ventas del 47,5 %, pues se pasó de comercializar 53,7 millones de botellas a solo 28 millones.
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Ante esta situación, Juan Alberto Castro, director ejecutivo de Acil, indicó en entrevista con Portafolio que «el impacto ha sido tremendamente negativo no solo para nuestras empresas, también en los importadores, y en toda una cadena de servicios asociados a las industrias licoreras».
No solo fue el aguardiente, el ron también cayó en ventas
Aunque el popular aguardiente se llevó el primer lugar en la caída de comercialización durante el 2020, lo sigue el ron, con una reducción total del 27 %, pues normalmente se vendían 35,8 millones de botellas y en pandemia solamente fueron 26,1.
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Debido a la gravedad del asunto, el director de ejecutivo de Acil indicó que: «no compartimos las leyes secas, no compartimos los toques de queda, se venía trabajando con el aislamiento inteligente, y se frenó toda la dinámica de los restaurantes y gastrobares, y eso tiene un impacto muy fuerte. Además, creemos que las prohibiciones conducen a la ilegalidad».
