«Cierran bodegas, no dejan trabajar, cobran los peajes cada que uno viene, ¿entonces? por qué todo para los empresarios y nada para la gente, nada»

 

De nueva cuenta las protestas se tomaron Corabastos la madrugada y mañana de este jueves por la insatisfacción de los comerciantes que van a adquirir productos en esta central de abastos y se ven retenidos por las severas restricciones impuestas por la Alcaldía Mayor para ingresar.

Cerrado Corabastos

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Asimismo las autoridades determinaron cerrarla luego que cientos de manifestantes impidieran el paso de camiones de descarga, su salida y la vente de productos.

El secretario de Seguridad de Bogotá, Hugo Acero, explicó que el cierre de la central de abastos se debe «a una serie de protestas provocadas por el cierre -por prevención- de algunos bodegas (…) es una medida sanitaria que desde luego suelden darse en aislamiento y prevención».

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Por su parte, Luis Romero, manifestante y comerciante que labora a las afueras de Corabastos, rechaza que esto ocurra: «Cierran bodegas, no dejan trabajar, cobran los peajes cada que uno viene, ¿entonces? por qué todo para los empresarios y nada para la gente, nada».

Así, Acero indicó que la protesta la protagonizan los trabajadores de las 14 bodegas cerradas, pero decenas de personas más se sumaron a esta desde muy temprano para rechazar las restricciones impuestas en Corabastos.

Se perderían toneladas de comida

Por la imposibilidad de poder entrar, más de 350 camiones con cargas de diferentes alimentos están apostados a las afueras de Corabastos sin poder descargar, lo que pudiera provocar, si la central no reabre, su pérdida total.

“Yo compré una carga de arveja, son más de 300 bultos, no sé qué vamos a hacer porque no hay lugar para descargar y si no logro sacar eso en 48 horas ya me empieza a generar pérdidas”, indicó la comerciante Ana Tamayo a RCN Radio.

También hay algunas cargas que fueron enviadas para vender directo y al quedar represada se perderá y los campesinos son quienes tendrán la afectación directa.

“Yo trabajo cargando de todo, en un diario necesito hacerme mínimo $30.000 para poder ganar lo del diario, pero trabajando día de por medio y ahora con esta situación no puedo llevar el sustento a mi casa”, explicó, Fabián Beltrán, otro de los coteros de la central.

A esta situación se suma que en algunas bodegas ya hay comida almacenada de días anteriores y son productos que en cuestión de 24 horas ya empezarán a verse afectados por el clima, el peso de la carga y otros factores.

“Las medias de la alcaldesa, Claudia López, no sirven, al cerrar las bodegas a la mitad del cupo todos quedamos amontonados. Las personas que ingresan se vienen todas a estos puntos y las aglomeraciones son monumentales”, expresó Ángel Vargas, uno de los transportadores de carga.