Con ganas, táctica y muchas fuerza, los ‘merengues’ están nuevamente entre los cuatro mejores equipos de Europa

El Real Madrid aguantó, aguantó y aguantó para mantener el resultado de la ida (3-1) ante un Liverpool que no embocó ninguna de las intensiones de gol durante todo el partido por los cuartos de final de la Champions League.

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Con un Klopp con más sonrisas que las merecidas y Zidane más preocupado de lo que debería ‘merengues’ y ‘Reds’ se jugaron el partido de vuelta para determinar cuál de los dos equipos pasaba a las semifinales, y pues nuevamente serán los españoles.

Todo mundo en el Liverpool llegó al campo con la pólvora mojada, más de una decena de veces patearon al arco pero casi ninguna fue dentro de los tres palos y cuando era así Courtois estaba tan solvente como siempre.

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Mientras tanto el Real Madrid manejó el balón cuando pudo, cerró opciones por los laterales, en el medio fue intratable y cada vez que alguien pasaba las líneas aparecía alguien para bajar a quien fuera.

Así y todo el Liverpool -evidentemente cansado- lo dio todo, lo intentó por todos lados, buscó todas las fórmulas posibles, corrió y gritó pero no pudo y la Champions se le acabó.

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Ante esto el Real Madrid volvió a pasar con Zidane a las semifinales de la Liga de Campeones y parece ser -¿por qué no? el candidato más fuerte para hacerse con la Orejona.