Numerosos estudiantes y sus familiares se desplazaron desde distintas partes del país a Bogotá, con el propósito de participar en la ceremonia, pero el inesperado Día Cívico los perjudicó.
La Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca en Bogotá generó sorpresa y decepción al anunciar la cancelación de la ceremonia de grado programada para este viernes, 19 de abril. Esta decisión afectó a más de 500 estudiantes y sus familias, quienes ya habían realizado preparativos significativos para el evento.
La cancelación se produjo debido al decreto establecido por el presidente Gustavo Petro, designando el viernes como día cívico con el fin de fomentar el ahorro de energía y agua, especialmente en un momento crítico marcado por los bajos niveles de los embalses. El anuncio de este día no laborable llegó en la tarde del jueves, lo que generó una situación de última hora para la universidad y sus graduandos.
Los estudiantes, quienes habían invertido tiempo y recursos en la organización de la ceremonia, incluyendo la compra de vestimenta, reservas de alojamiento y planes de viaje para sus familias, se encontraron con la noticia de la cancelación la noche anterior al evento, lo que provocó confusión y frustración entre los afectados.
#Atencion Conoce las medidas ante el día cívico – Nueva fecha de grados. Más información en nuestra página web. pic.twitter.com/e6KN2gp8jP
— Unicolmayor (@Unicolmayorcund) April 19, 2024
Uno de los graduandos afectados compartió su experiencia con Blu Radio, expresando su descontento por la falta de previsión en la comunicación de la cancelación: «Nos confirmaron hace tres semanas que los grados eran el 19 de abril. Tres, cuatro semanas, casi un mes. El problema fueron los tiempos, porque nos lo notificaron ahorita a las 9 y algo de la noche«.
La situación se vio agravada por la presencia de familiares y amigos de los graduandos, muchos de los cuales habían viajado desde diferentes ciudades del país para asistir al evento en Bogotá. La cancelación repentina obligó a cancelar reservas de hoteles y restaurantes, generando no solo inconvenientes financieros sino también emocionales para los involucrados.
No solo los estudiantes y sus familias se vieron afectados, sino también los comerciantes locales que proveen servicios relacionados con las ceremonias de grado, como el alquiler y venta de togas y birretes. Estos comerciantes en Bogotá, ahora deben reprogramar sus actividades para evitar conflictos con otros eventos ya programados.
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