Esta debe no solo tener un objetivo que permita la evolución de las compañías, sino que también debe tener una incidencia en el desarrollo de la sociedad y del país
Desde hace años, la transformación digital se ha convertido en un tema relevante y muy mencionado en el entorno corporativo. Antes de la pandemia, muchas compañías venían preparándose para competir en un mundo que ya se presentaba bastante tecnológico, mientras que otras, más escépticas, se vieron obligadas a acelerar estos planes para adaptarse a un nuevo entorno y sobrevivir.
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Hoy, las compañías que no se transformaron digitalmente muy seguro no sobrevivieron. La transformación en la actualidad dejó de ser una opción para convertirse en una obligación. Pero ¿es suficiente una transformación digital? De acuerdo con Santiago Restrepo, Country Manager de InterNexa para Colombia, no:
«El mundo cambiante en el que vivimos nos está obligando a ajustarnos rápidamente y a adaptarnos a sus dinámicas y hoy, para que las compañías logren estar a la vanguardia, se necesita mucho más que una transformación digital, se requiere una transformación más integral y amplia, una transformación de negocio que implica también un liderazgo comprometido, la gestión adecuada del cambio cultural, repensar las estrategias del cliente y el empleado, y definir las herramientas digitales para que la habiliten de manera exitosa».
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Ahora bien, la transformación de los negocios, además de aportar a la consecución de los objetivos de la compañía, debe ser también un habilitador para el desarrollo de la sociedad y los países, trayendo consigo un mejor comportamiento del mercado y una respuesta más rápida para futuras situaciones adversas.
«La transformación de los negocios no debe dejar nunca de lado las diversas maneras que existen para generar cambios reales y profundos que involucren a la sociedad y todos sus actores y tengan impacto sobre los países, sólo así lograremos evolucionar y estar realmente a la vanguardia en términos de desarrollo», agrega Restrepo.
Finalmente, dijo que «una verdadera transformación debe tener en el centro a las personas para construir más que negocio, una sociedad más estable y equitativa, y aportar al desarrollo de cada país».