En el baile de las máscaras, para la salida de Carlos Queiroz, todos culpables, incluidos aquellos que con su silencio y su bajo rendimiento, lo rechazaron. El reto ahora encontrar un técnico versátil, con poder en el vestuario y respeto de los futbolistas.
«Cierto es que Muriel encuelló a James, pero no hubo golpes ni trifulcas físicas en el camerino; no fue esta la primera vez que James confrontara con los costeños, roces serios tuvo en el pasado con Vaca y Teo. Cierto es que David Ospina le habló serio al técnico, incómodo con el planteamiento ente Ecuador pero con respeto porque ese su estilo, parece que no lo conocieran».