El hombre era uno de los jefes militares con más poder.

El general iraní Qasem Soleimani murió a causa de un ataque con drones del Ejército de Estados Unidos en el aeropuerto de Bagdad, la capital iraquí. Según el Pentágono, Donald Trump habría dado la orden para darle de baja.

El jefe militar atendía asuntos en Irak con el ejército ideológico de la república islámica y Abu Mehdi al Muhandis y era el hombre número dos de las Fuerzas de Movilización Popular o Hashd al Shaabi, una coalición de paramilitares mayoritariamente proiraníes y ahora integrados en el Estado iraquí.

La tensión entre los dos países continúa creciendo pues el presidente estadounidense realizó una publicación con las siguiente palabras: «Irán nunca ha ganado una guerra, pero nunca ha perdido una negociación», mientras que el secretario de Estado Mike Pompeo, indicó lo siguiente en su cuenta de Twitter: «Iraquíes bailando en las calles por la libertad; agradecidos de que el general Soleimani ya no está más».

Por su parte, el líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatola Ali Jamenei, emitió un comunicado en el cual se expresa lo siguiente sobre la muerte del jefe militar: «su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de otros mártires en el ataque del jueves por la noche deben esperar una dura venganza».