Estudios revelan los riesgos del vapeo en la salud pulmonar: Inflamación, estrés oxidativo, daño en el ADN y mayor propensión al desarrollo de asma.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha asegurado que los cigarrillos electrónicos y los vapeadores «tienen que ser regulados«, ya que «son una trampa«. Así, ha pedido a los Estados miembros que hagan «todo lo posible» para «proteger a sus ciudadanos».
El vapeo ha ganado popularidad en los últimos años al ser promocionado como una opción más segura y atractiva que el cigarrillo tradicional. Es especialmente popular entre los jóvenes, quienes disfrutan de los diversos sabores que ofrece. Sin embargo, un estudio reciente ha revelado que la adición de saborizantes de mentol a los cigarrillos electrónicos puede causar un mayor daño a los pulmones. Esto plantea preocupaciones sobre los posibles riesgos del vapeo y la necesidad de una mayor investigación sobre sus efectos en la salud.
Según investigadores, el saborizante de menta utilizado en los vadeadores produce una cantidad significativa de micropartículas tóxicas en comparación con las cápsulas de cigarrillos electrónicos sin mentol. Estas micropartículas son las responsables de dañar la función pulmonar.
Durante el estudio, los investigadores emplearon un sistema robótico diseñado para replicar el acto de vapear y la respiración humana. Este «robot de vapeo» pudo recrear de manera precisa la temperatura, la humedad, el volumen de vapor y la duración de la inhalación de un fumador, al mismo tiempo que simulaba los patrones de respiración saludables y enfermos en respuesta a la toxicidad pulmonar provocada por los cigarrillos electrónicos.
Desde el años pasado, la Administración de Drogas y Alimentos de Estado Unidos propuso prohibir el mentol en los cigarrillos regulares y negó la comercialización de dos cigarrillos electrónicos con sabor a mentol como una forma de evitar que los niños comiencen a fumar o vapear.
Superar una adicción nunca es sencillo y dejar de fumar no es la excepción. Sin embargo, el uso de cigarrillos electrónicos, conocido como «vaper», ha sido una alternativa que ha ayudado a muchas personas a alejarse de los cigarrillos tradicionales.
El vaping ha ganado aceptación como una opción menos perjudicial para la salud en comparación con el consumo de tabaco.
Incluso gobiernos como el del Reino Unido lo han promovido como una herramienta eficaz para dejar de fumar.
Aunque algunos profesionales de la salud en otras partes del mundo aún tienen dudas sobre su efectividad y seguridad, el vapeo ha demostrado ser una alternativa que ha ayudado a muchas personas a abandonar el hábito de fumar cigarrillos convencionales.
«Cada vez recibo en mi consultorio más jóvenes de 16 a 24 años que usan este producto y tienen un índice de nicotina en el cuerpo equivalente al consumo de más de 20 cigarrillos al día», explicó a BBC la cardióloga Jacqueline Scholz.
Este moderno método de fumar es usado mayormente por personas entre los 18 y los 25 años.
Sin embargo, el vape genera cierta dependencia como lo hace el cigarrillo convencional.
La nicotina crea receptores en el cerebro, generando una sensación de bienestar al vapear. Cuando una persona deja de vapear y deja de recibir estos estímulos, el cuerpo desarrolla un deseo de nicotina.
Los primeros tres o cuatro días después de dejar de vapear suelen ser los más difíciles, ya que pueden presentarse síntomas de abstinencia como cambios de humor.
Según diversos organismos de salud, existen otros síntomas de abstinencia asociados al vapeo que pueden manifestarse cuando se intenta dejar el hábito.
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