En respuesta a los ataques hutíes en Yemen contra el transporte marítimo internacional en el Mar Rojo y el Golfo de Adén, Estados Unidos, el Reino Unido y un conjunto de aliados llevaron a cabo contundentes ataques aéreos.
En una operación coordinada, Estados Unidos y el Reino Unido llevaron a cabo una serie de ataques aéreos en la madrugada del viernes contra combatientes hutíes en Yemen. La acción se gestó como respuesta a los reiterados ataques de los hutíes a buques mercantes en el Mar Rojo, perturbando el comercio internacional y mostrando su respaldo a Hamás en la guerra contra Israel en Gaza.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, confirmó la participación de la Fuerza Aérea Real en la ofensiva, destacando la defensa de la libertad de navegación y el flujo libre del comercio como motivación principal. Sunak describió la acción como «limitada, necesaria y proporcionada de defensa propia«, con el propósito de degradar las capacidades militares de los hutíes y proteger el comercio marítimo global. La operación contó con el respaldo no operacional de Australia, Países Bajos, Canadá y Bahréin.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, confirmó la dirección de los ataques, señalando que se dirigieron a objetivos hutíes en Yemen utilizados para amenazar la libertad de navegación en una de las vías fluviales más cruciales del mundo. Adelantó la posibilidad de acciones adicionales «para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional, según sea necesario«.
Los ataques estadounidenses se llevaron a cabo contra más de 60 objetivos en 16 ubicaciones de militantes hutíes respaldados por Irán, según informó el Pentágono. Entre los objetivos figuraban sistemas de radar, sitios de almacenamiento y lanzamiento de drones, instalaciones de almacenamiento y lanzamiento de misiles, así como nodos de comando y control hutíes. Los ataques abarcaron Saná, la capital de Yemen, el puerto hutí del Mar Rojo de Hodeidah, Dhamar y Saada, el bastión del grupo en el noroeste del país.
Según el Ministerio de Defensa del Reino Unido, sus ataques se centraron en Bani, en el noroeste de Yemen, donde operaban drones, y en el aeródromo de Abbs, un sitio de lanzamiento de misiles y drones. En total, se llevaron a cabo 72 ataques, con un saldo de 5 miembros hutíes muertos y 6 heridos, según el portavoz militar del grupo.
Mohammed al-Bukhaiti, líder de los hutíes, reaccionó a los ataques advirtiendo que Estados Unidos y el Reino Unido pronto se darían cuenta de que habían cometido «la mayor locura de su historia«. Irán, respaldando a los hutíes, condenó los ataques como una «clara violación de la soberanía y la integridad territorial de Yemen» y una infracción del derecho internacional.
El portavoz militar de los hutíes confirmo qué, «el enemigo estadounidense-británico llevó a cabo 73 ataques en todo Yemen, matando a cinco personas e hiriendo a otras seis. La agresión no nos disuadirá de nuestra posición de apoyo al pueblo palestino«.
Los hutíes, que controlan gran parte de Yemen, iniciaron sus ataques contra buques comerciales en el mar Rojo en diciembre del año anterior, en apoyo a Hamás en la guerra contra Israel en Gaza. Estos ataques obligaron a grandes empresas, incluyendo la petrolera British Petroleum (BP) y las navieras MSC, CMA CGM, Maersk y Hapag-Lloyd, a cambiar sus rutas comerciales, causando interrupciones en el transporte marítimo internacional.
Funcionarios occidentales habían emitido advertencias a los hutíes durante semanas, indicando que habría consecuencias si no cesaban los ataques a la navegación en el mar Rojo. Los hutíes ignoraron estos llamamientos, provocando la respuesta conjunta de Estados Unidos y el Reino Unido.
Manifestación en Saná, Yemen en contra de la agresión estadounidense-británico. pic.twitter.com/XU7lgXtBVb
— Palestina Hoy (@HoyPalestina) January 12, 2024
El riesgo de una mayor escalada es alto, dado que los hutíes están respaldados por Irán y cuentan con un buque de guerra en la región del mar Rojo. La declaración de Biden busca mostrar determinación sin desencadenar una escalada mayor en Oriente Medio. Los hutíes, respaldados por Irán, han demostrado ser resistentes a intentos previos de debilitarlos.
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