Hace treinta años, Estados Unidos ideó la APEC con la visión de fortalecer los lazos económicos en la región del Pacífico mediante el comercio internacional.
Esta semana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, será anfitrión de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, donde se reunirá con líderes aliados del Pacífico. La ciudad, que busca restaurar su imagen como epicentro de innovación tecnológica, enfrenta desafíos relacionados con el aumento del crimen y la población sin hogar.
El APEC, creado hace tres décadas para fortalecer los lazos comerciales en la región del Pacífico, ha evolucionado en medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China. La administración Biden ha intensificado las sanciones contra Pekín, considerada como un desafío crucial a la primacía global estadounidense.
A pesar de las tensiones, ambas naciones expresan esperanzas de lograr una mayor estabilidad en sus relaciones. La cumbre del APEC ofrece una oportunidad excepcional para que el líder chino, Xi Jinping, se reúna cara a cara con Biden en suelo estadounidense, marcando el primer encuentro desde la cumbre del G20 en Bali en noviembre de 2022.
Durante la reunión prevista para este miércoles 15 de noviembre, se espera que ambos líderes aborden diversos temas candentes, entre ellos, la situación en Taiwán. Con elecciones próximas en dos meses, Washington teme la posible interferencia de Pekín en el proceso electoral de esta democracia autónoma, cuyo estatus es disputado por China. La comunidad internacional observa con atención cómo se abordarán estas preocupaciones en la reunión bilateral.