El presidente de Tigres F.C., Édgar Páez, fue asesinado a tiros a la salida del estadio de Techo el pasado fin de semana en Bogotá.
El sábado 23 de septiembre, Édgar Páez, presidente del Club Tigres F.C. de la segunda división del fútbol colombiano, fue asesinado después del partido que su equipo disputó contra el Atlético de Cali en el estadio de Techo, en la localidad de Kennedy en Bogotá.
El incidente ocurrió cerca del recinto deportivo, mientras Páez se desplazaba en un Mazda 2 junto a su hija. Dos hombres en una motocicleta blanca los interceptaron, pasadas las seis de la tarde.
Luego de lo ocurrido, la familia de Édgar Páez se comunicó con el diario El Espectador y durante esta conversación, subrayaron que no tenían información acerca de amenazas o circunstancias que pudieran haber llevado a alguien a poner fin a la vida del líder deportivo.
«Trabajé mucho tiempo con él y cuando había casos en los que se decía que un jugador estaba apostando, él los llamaba y les advertía. Nunca fue apostador y jamás estuvo involucrado en el mundo de las apuestas, o se prestó para que alguien se aprovechara de su posición como presidente para mover o gestionar resultados«, dijo Juan Páez, sobrino de Édgar.
Según el informe de la Policía Metropolitana de Bogotá, el dirigente deportivo recibió disparos en el tórax, cuello y cráneo. A pesar de ser llevado a la Clínica Méderi, lamentablemente, no sobrevivió. El club expresó su condolencias a través de sus redes sociales, condenando el acto que cobró la vida del dirigente deportivo de 63 años.
Édgar Páez fue integrante de la junta directiva de Independiente Santa Fe. Posteriormente se hizo cargo del club bogotano de segunda división y logró el ascenso a la A en 2016 junto con América. Tigres F.C. volvió a la B a finales de 2017 y hoy ocupa el penúltimo lugar del torneo de ascenso.