La ciudad de Kyiv, la capital de Ucrania, ha sido nuevamente objetivo de bombardeos por parte de Rusia, descritos por un oficial como de «gran intensidad».
Ucrania reportó que 18 proyectiles fueron interceptados y se difundieron imágenes en video que mostraban los sistemas de defensa derribando misiles sobre la ciudad.
Sin embargo, Rusia asegura que su ataque, utilizando drones y cohetes, alcanzó todos los objetivos previstos.
Moscú ha intensificado su campaña aérea en las últimas semanas, en previsión de una ofensiva ucraniana.
Las señales de alerta de un ataque aéreo resonaron aproximadamente a las 02:30 hora local (23:30 GMT del lunes) y cesaron tras dos horas, marcando el octavo bombardeo en lo que va de mes dirigido hacia la capital.
Ucrania afirmó haber derribado con éxito un misil Kinzhal por primera vez la semana pasada durante un ataque previo a Kyiv.
Si estas declaraciones resultan verídicas, Moscú experimentará una sensación de frustración al darse cuenta de que las más destacadas armas de su flota de misiles pueden ser interceptadas.
Esto se debe en gran medida a la introducción de sistemas de defensa modernos proporcionados por países occidentales, como el sistema Patriot.
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