Muchas personas están en contra del consumo de bebidas azucaradas y snacks debido a sus riesgos, por lo cual, este impuesto busca disuadir su consumo
Esta propuesta, se trata de una medida fiscal sobre los productos y servicios que son considerados perjudiciales para la salud, buscando así, disminuir su consumo entre la población colombiana, pues es una estrategia que ya ha sido implementada con éxito en distintos países con el objetivo de mejorar la salud entre sus poblaciones, pero por otro lado, ha sido cuestionada debido a la reacción que tendría en la economía de personas de menores ingresos.
Con el respaldo de organizaciones como la OMS que aseguran que «los impuestos a las bebidas azucaradas pueden reducir el consumo de estos alimentos y, por esta vía, la obesidad, la diabetes tipo 2 y la caries», se estaría disuadiendo a millones de colombianos de ingerir este tipo de productos y reemplazarlos por alternativas más beneficiosas para el organismo como el agua y los alimentos naturales.
Por otro lado, el impacto que tendría este impuesto luego de haber sido aprobado la semana pasada en un primer debate en el cual, se incluyeron las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados, el ministerio de hacienda espera recaudar para el 2026, $4.09 billones de pesos.
Sin embargo, asociaciones como la ANDI, estiman que «Se pone en riesgo la viabilidad de estos comercios y podrían desaparecer cerca de 250.000 tiendas», sumado a esto, también aumentará el precio de algunos de los productos más consumidos por la población colombiana tales como galletas, algunos lácteos, chorizos, hamburguesas, salsas, dulces, tortas y mermeladas, según lo indicó Fenalco y que de ser así, estaría afectando las tiendas de barrio de estratos 1, 2, 3 y 4.
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