La inteligencia artificial sigue retando al ser humano, y ahora hace lo propio con la identificación de sentimientos y patrones de conducta a partir de una imagen.
Crear imágenes con inteligencia artificial evita tener que saber usar sofisticados programas de diseño, lo cual la convierte en una herramienta infalible en un mundo en el cual cada vez se le exige al humano ser más práctico y efectivo en sus funciones.
La piedra angular de esta estrategia
Las imágenes ambiguas, punto de partida de esta herramienta, pueden ser interpretadas de diferentes maneras, lo que puede llevar a que diferentes personas vean cosas distintas en la misma imagen. Este tipo de imágenes suelen ser muy populares en la psicología y la percepción visual, ya que pueden mostrar cómo diferentes personas pueden interpretar un mismo estímulo visual de maneras muy distintas.
Por ejemplo, la interpretación de una imagen entre un hombre mayor y una mujer joven puede ser clave, en el sentido en el cual, que usted identifique primero la figura masculina, traduce que usted puede sentir cierta inclinación hacia los ancianos.
El ejemplo de la Inteligencia Artificial
Según Robby Bienestar, la I.A que realizó el estudio:
Si primero identificó al gato, es posible que su personalidad sea la de un carácter solitario e independiente.
Si en primer lugar vio al perro, seguramente es extrovertido y amigable, disfruta de la compañía de otras personas y busca activamente las interacciones sociales.
En todo caso, el estudio no es determinante para analizar su personalidad, pero sí puede ser un importante indicio que le abrirá las puertas para cotejarlo a través de otras fuentes de análisis psicológico.
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