La inteligencia artificial ha causado gran asombro por las perfectas modificaciones que puede hacer del mundo real sin que parezca que hay un cambio, por ejemplo, Trump arrestado, papa Francisco de Balenciaga, representantes republicanos como drag queens.
La inteligencia artificial se acerca a las elecciones locales en Colombia, planteando interrogantes sobre imágenes manipuladas y discursos generados por ChatGPT para influir en la opinión pública.
Gracias a esto, las personas podrían recurrir a la inteligencia artificial para argumentar sus posturas en conversaciones diarias.
La capacidad de procesamiento de datos en línea es fundamental para la creación de productos de IA. Sin embargo, es importante reconocer que los datos no son neutrales y pueden estar sesgados por las personas que los generaron.
Recientemente, se ha destacado el aparente enfoque machista de ChatGPT en las redes sociales.
Se señala que al preguntarle sobre los principales referentes en diferentes áreas culturales, la mayoría de los nombres proporcionados son hombres.
Además, al realizar traducciones que hacen referencia a mujeres en «altos cargos», asume automáticamente que son ocupados por hombres.
La IA activa una alerta para las mujeres, ya que revela un nuevo campo de batalla simbólico. Es importante conocer quién creó o entrenó los algoritmos y estar conscientes de los posibles sesgos a los que se puede enfrentar.
Para evitar que la inteligencia artificial se debe priorizar la educación mediática y digital para superar brechas sociales, económicas y de edad.
La IA puede cambiar la política y la vida. Su impacto depende de nuestras decisiones. Según Maria Lasa, científica de datos argentina, las herramientas actuales optimizan tareas, pero la indicación humana sigue siendo crucial en la diferenciación de sus resultados.
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