El Gobierno de Japón dio el aval y ha iniciado la liberación de agua contaminada con radiactividad del accidente en la central nuclear de Fukushima.
En 2011, se produjo uno de los terremotos más intensos registrados en tiempos recientes. Este evento tuvo lugar en la zona de interacción entre las placas del Pacífico y Norteamérica, impactando directamente a Japón. Como resultado del fuerte temblor, se desencadenó un tsunami. El conjunto de estas catástrofes resultó en una estimación de más de 15.000 víctimas mortales. Además de las pérdidas humanas y materiales, se registraron varios incidentes, siendo uno de ellos el colapso de la central nuclear de Fukushima.
Como consecuencia de los acontecimientos en la instalación nuclear, el agua almacenada quedó contaminada. Después de más de una década y tras un proceso de tratamiento para eliminar la mayor parte de los residuos radioactivos, Japón ha comenzado a liberar el líquido en el océano Pacífico.
🇯🇵 | TEPCO comenzó ayer a verter hacia el Océano Pacífico, más de un millón de toneladas de agua radioactiva desde la planta nuclear de Fukushima, #Japón. (Agosto 24, 2023)
Según, el proceso se realizó por debajo del límite que permite la ley. pic.twitter.com/25Nr8PWQKw
— ⚠️Alerta Climagram🌎 (@deZabedrosky) August 25, 2023
La liberación equivale a la cantidad de agua que podría llenar 500 piscinas olímpicas. Para Japón, es un paso considerado necesario para su seguridad, pero para otros, implica un daño significativo al medio ambiente y la seguridad alimentaria.
Las sólidas relaciones comerciales entre Japón y China no son ninguna novedad. No obstante, a raíz de la reciente determinación adoptada por las autoridades japonesas, el país que gobierna Xi Jinping ha implementado un embargo sobre los productos marinos originarios de Japón.
Yasutoshi Nishimura, ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, se pronunció al respecto y consideró “inaceptables” las restricciones que está poniendo China. Cabe mencionar que este país ya venía expresando su firme oposición a la decisión que estaban por tomar sus vecinos.
Por otro lado, el grupo ecologista Greenpeace plantea cuestionamientos acerca de la eficacia del proceso de tratamiento del agua. Tanto China como Rusia consideran la posibilidad de que el agua se evapore, lo que podría tener un impacto negativo en la atmósfera.