Ante las críticas que desató dicha idea, la cartera defendió la inclusión de la medicina ancestral en el proyecto.
La medicina ancestral o «alternativa» ha demostrado ser eficaz en algunos espacios y territorios del país donde no hay suficiente cobertura para los ciudadanos, especialmente en veredas, corregimientos y otras zonas rurales.
Así mismo, ha sido empleada por madres y abuelas de hogares colombianos para subsanar la enfermedad de forma económica, rápida y casera. Sin embargo; llevar esto a gran escala para considerarlo incluir en el paquete a la reforma a la salud puede ser un reto y un punto de debate importante entre promotores del proyecto y la oposición.
Sobre esto se refirió el senador Alejandro Carlos Chacón, del partido Liberal, quien fue crítico de la proposición después de la respuesta a su derecho de petición en el cual se detallaría que «yerbateros», «chamanes» y otros oficios no profesionales empezarían a prestar el servicio de la salud.
Ante las quejas, se manifestó el gabinete a través de un comunicado, aclarando que «el modelo preventivo y predictivo de salud presentado contempla la idea de que el país se reconoce en la Constitución como un Estado pluriétnico y multicultural».
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Al mismo tiempo, argumentó su postura con base legal en cumplimiento del artículo 20 de la Ley 1164 del 2007, el cual dispone que, de conformidad con los artículos 7º y 8º de la Constitución Política, que «se garantizará el respeto a las culturas médicas tradicionales propias de los diversos grupos étnicos, las cuales solo podrán ser practicadas por quienes sean reconocidos en cada una de sus culturas».
El Ministerio de Salud resaltó nuevamente la ley: «En atención a los elementos esenciales e interrelacionales del derecho fundamental a la salud, particularmente los de interculturalidad y protección de los pueblos indígenas definidos en la Ley 1751 de 2015, es necesario que el sistema de salud reconozca la coexistencia de conocimientos y saberes propios y ancestrales, así como de terapias alternativas y complementarias, el modelo incorporará estrategias y procesos que faciliten la integración adecuada y pertinente en atención a las necesidades de salud presentes en el territorio”.
La iniciativa sobre este tipo de medicina ha generado diversas posturas en un momento clave en el camino del proyecto.
La medicina ancestral no se ha empleado de forma oficial en el sistema de salud colombiano; o por lo menos no aún. A pesar de que hoy es solo una propuesta que se impulsará en el proyecto de Corcho, las sensaciones son, en su mayoría, de molestia, pues sectores de la oposición y científico no ven con buenos ojos la idea.
Yerbateros, sobanderos, culebreros, chamanes, abuelos, y taitas son las ‘profesiones’ que entrarían en vigencia en la propuesta para la reforma, y es que la medicina ancesrtral si bien ha demostrado ser eficaz en sectores rurales y de precario acceso a los sistemas de salud, emplearla a gran escala puede ser un reto en medio de la tensión sobre el proyecto que aún tiene dividido al Congreso.
Hoy recibí el día con burlas mediáticas sobre la medicina ancestral. https://t.co/5mBxqWrik7
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 19, 2023
Fue la ministra de Salud, Carolina Corcho, quien se manifestó inicialmente sobre la propuesta en respuesta a un derecho de petición: “El modelo preventivo podrá vincular parteros, médicos tradicionales (payés, taitas, mamos, tewalas, piachis, jaibanás, entre otros), yerbateros, pulseadores, guaraleros, taakwatungua, sobanderos, sagas, curanderos, mayores y abuelos”.
No cualquiera podría prestar el servicio
Según la jefa de la cartera, “los nuevos empleados deberán estar reconocidos y avalados por las formas organizativas y colectivos del área de influencia donde se van a desarrollar las actividades”.
Sobre la integración de este tipo de medicina, los partidos de la U, Liberal y Conservador han manifestado su postura negativa.
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