Una de las confesiones que hizo Jhon Ferney cano, el asesino del urólogo a una de sus hermanas es decirle «esta no se la paso» antes de cometer el delito en la clínica de Medellín.

Marcela Cano, hermana de John, finalmente rompió su silencio y compartió su perspectiva sobre los eventos. «Él alguna vez comentó esto no lo voy a dejar pasar», pero nunca imaginé que pudiera llegar a hacer algo así», explicó.

Marcela se refirió al crimen y mencionó un documento encontrado en el computador de su hermano titulado «Memoria de un loco sensible», que consta de 362 páginas. «No teníamos idea de la magnitud del sufrimiento que estaba atravesando, del dolor que sentía. Tiene que haber una desesperación enorme para llegar a hacer algo como lo que hizo, y más aún, para dejar pruebas de ello. Yo pienso que esto debe servir para algo, que los médicos ejerzan su profesión por vocación y no solo por dinero», expresó Marcela.

En una de las páginas de su libro, Jhon escribió: “He resuelto que el sujeto que brutalmente mutiló mi miembro viril merece morir. Lo considero un traidor, un estafador, un mediocre, un aprovechador, un torturador y un mutilador, la encarnación de mi verdugo. Es un monstruo, un animal que necesita ser cazado, un demonio que debe ser ejecutado sin misericordia, y me encargaré de eso personalmente”.

Aunque la familia nunca imaginó que llegaría a tales extremos, revelan que hubo un momento decisivo en septiembre de 2023. “Con tantos obstáculos… la última vez que visitó al doctor, lo único que hizo fue reírse y dijo que no le importaba. Creo que ese fue el detonante, porque mi hermano ya no tenía dinero”, explicó Marcela Cano.

Los médicos en el departamento están alertas tras el incidente reciente. «Los pacientes a menudo no aceptan la frustración de un fracaso médico, como si fuéramos dioses o seres perfectos. Cada médico es humano y, como tal, puede cometer errores e incluso fracasar», señaló Carlos Valdiviezo, presidente del Colegio Médico de Antioquia.

Juan Camilo Arango, médico y amigo del urólogo fallecido, está de acuerdo con esta perspectiva. «Se nos ha colocado en un pedestal como si fuéramos dioses, pero no lo somos; somos humanos y la medicina no es una ciencia exacta, es un arte de interpretar signos y síntomas que varían en cada persona», explicó.

El libro «Memoria de un loco sensible» concluye con una carta fechada el 29 de febrero de 2024 escrita por Jhon Feney, dirigida a uno de sus seis hermanos, en la que admite explícitamente que planeaba atacar al médico.

“Querido hermano, el destino me ha brindado la posibilidad de castigar por propia mano a quien por unos miserables pesos osó lesionarme gravemente. He meditado durante bastante tiempo esta decisión y he llegado a la conclusión de que necesito hacer esto para sentirme bien conmigo mismo”, se lee en el texto del autor del crimen.

Este crimen, según la Fiscalía, podría prescribir, ya que John Ferney, el protagonista de la historia, también murió.

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Se están llevando a cabo investigaciones por parte de las autoridades para dilucidar los detalles del asesinato del médico Juan Guillermo Aristizábal en la ciudad de Medellín.

La tranquilidad de un consultorio médico en Medellín se vio abruptamente interrumpida por un incidente trágico que ha conmocionado a toda la ciudad. El Dr. Juan Guillermo Aristizábal, reconocido urólogo, perdió la vida en circunstancias aún bajo investigación, luego de un violento altercado con uno de sus pacientes.

Según las primeras versiones proporcionadas por el brigadier General Óscar Andrés Lamprea Pinzón, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, el suceso ocurrió durante una consulta en la que el paciente, sin cita previa, se presentó de manera intempestiva. Lo que comenzó como una conversación normal pronto se tornó en un episodio de violencia inusitada.

El paciente, cuya identidad no ha sido confirmada oficialmente, habría agredido físicamente al Dr. Aristizábal y a su asistente, causando heridas graves al profesional de la medicina y lesiones menores a la asistente. Lamentablemente, el médico no pudo sobrevivir a las lesiones sufridas durante el altercado.

Tras la agresión, el agresor se atrincheró en una habitación adyacente, desencadenando una rápida respuesta por parte de las autoridades. La intervención policial, aunque diligente, no pudo evitar la tragedia, ya que al ingresar a la habitación donde se escondía el agresor, este fue encontrado sin vida, aparentemente tras haberse quitado la vida con un arma de fuego.

Las circunstancias que llevaron a este desenlace trágico aún están siendo investigadas por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), quienes están recopilando pruebas y testimonios para esclarecer los hechos. Se sabe que el médico había presentado una denuncia anteriormente, lo que ha llevado a especulaciones sobre posibles motivos detrás de este acto de violencia.

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