Con una inversión de $3.200 millones, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo destinó recursos a la asistencia técnica, estudios y apoyos esenciales para el buen funcionamiento de las playas.
Colombia ha alcanzado un nuevo hito en materia ambiental y turística al sumar dos nuevas playas al exclusivo grupo que ostenta el reconocimiento internacional Blue Flag (Bandera Azul), elevando así a nueve el número total de playas en el país con este distintivo de excelencia.
La incorporación de las playas El Edén y Palo Blanco, ubicadas en el departamento de Sucre, en Santiago de Tolú, representa un logro significativo en el compromiso de Colombia con la protección del medio ambiente, la preservación de la cultura local y el bienestar de las comunidades en las zonas marino-costeras.
Estas playas se destacan por la implementación de estándares y buenas prácticas ambientales que garantizan la sostenibilidad y la calidad de los destinos turísticos costeros. Se suman así a otras cuatro playas colombianas que han revalidado su estatus Blue Flag por segundo año consecutivo: El Morro en Tumaco, Dorada en Buenaventura, Blanca en Santa Marta y Segunda Ensenada en Coveñas.
Además, se reconoce el esfuerzo continuo de tres playas colombianas que han mantenido la Bandera Azul por cinco años consecutivos: Bello Horizonte en Santa Marta, Azul de la Boquilla en Cartagena y la playa de Johnny Cay en San Andrés. Este logro es otorgado por el cumplimiento de los estándares establecidos por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE), entidad encargada de evaluar aspectos como la calidad del agua, seguridad, servicios, gestión y educación ambiental.
La administración de estas playas es fruto de la colaboración entre el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, las alcaldías de los municipios costeros y la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal), que opera como el operador oficial del programa Blue Flag en Colombia, representando a la FEE.
«Desde el Gobierno se ha dado el soporte necesario para la gestión integral de nuestras playas, generando un gran impacto y atracción al turismo. Esto marca una diferencia comparativa y competitiva frente a otros destinos y rescata su gran valor ambiental y paisajístico», destacó el viceministro de Turismo, Arturo Bravo.
Durante 2023, el Ministerio de Comercio destinó recursos superiores a los 3.200 millones de pesos para brindar asistencia técnica, realizar estudios y ofrecer el soporte necesario a las playas colombianas. Para el año 2024, se anticipan iniciativas que prometen elevar las inversiones en las zonas costeras a cifras cercanas a los 5.000 millones.
El viceministro de Turismo subrayó el papel crucial de las contribuciones locales y la colaboración entre diferentes niveles en la gestión de playas. Destacó la importancia de la integración eficaz y el empoderamiento de las comunidades locales y los diversos actores involucrados en este proceso, enfatizando que «el desarrollo sostenible de las playas impulsa directamente el bienestar de quienes habitan y trabajan en estos entornos«.
Por su parte, Andrés Chaves Solano, director de proyectos de Acodal, resaltó la importancia de este galardón para los entes territoriales y hoteles con frente de playa del país. «Es un proceso largo llevar este galardón a los entes territoriales y hoteles con frente de playa del país, y garantizar que vislumbren el valor de la ecoetiqueta«, indicó. Asimismo, enfatizó el objetivo de fortalecer el proceso de promoción y difusión del programa para educar a más personas sobre la gestión ambiental en playas, aspirando a que Colombia continúe creciendo en este certificado internacional y esté a la altura de los mejores destinos del mundo para el turismo de sol y playa.
