El ejercicio es vida. La Organización Mundial de la Salud estableció un mínimo ideal capaz de aportar a su salud.
Los años no llegan solos y uno de los grandes propósitos del ser humano es mantenerse en forma incluso en la longevidad. La clave para lograrlo es llevar una vida de la mano con el ejercicio y la actividad física, elementos los cuales permitirán tener un sistema ocio, respiratorio, cardiovascular y muscular óptimo; que si bien debe acompañarse de una alimentación saludable, representa un aporte significativo para el desempeño de otras actividades a mayor nivel como la práctica de un deporte o el mismo trabajo.
La OMS dividió estas recomendaciones en ocho segmentos:
Menores de 5 años
- Bebés lactantes: No hay establecido un mínimo de horas dada su condición de limitada movilidad, pero sí se recomienda no ‘atarlos’ por más de una o dos horas diarias a coches o lugares estáticos fuera del tiempo ideal para dormir (12 a 17 horas).
- Niños de 1 a 2 años: 180 minutos diarios.
- Niños de 3 a 4 años: 120 minutos de actividad física a baja intensidad + 60 a alta intensidad.
Niños entre los 5 y 17 años:
1 hora al día (ejercicios aeróbicos) + una actividad física no muy exigente.
Adultos de 18 a 64 años
De 5 a 8 horas semanales comprende el tiempo ideal. Si sufre limitaciones de tiempo, entre 1 a 2 horas intensidad muy alta garantizaría «cumplir» con el mínimo.
Adultos con + de 65 años
Cantidad similar a los del grupo anterior, pero moderando ejercicios de fuerza (menos carga) y optimizando la posibilidad de caminar de forma más frecuente.
Mujeres en embarazo
Actividades físicas aeróbicas mínimo 2/3 horas a la semana.
Niños y adolescentes con discapacidad
1 hora de actividad física a la semana que pueda combatir episodios de sedentarismo.
Adultos con discapacidad
1 hora y media cada semana, priorizando ejercicios anaeróbicos