A pesar de las lluvias registradas recientemente, los embalses que suministran agua a los hogares en Bogotá, todavía no han recuperado el nivel óptimo.
Tras 15 días de aplicar la medida de racionamiento de agua, en la capital del país y once municipios de Cundinamarca, se ha observado un aumento progresivo en la capacidad de los embalses. El Sistema Chingaza, responsable del abastecimiento del 70% del agua potable de Bogotá, ha mostrado una tendencia al alza durante seis días consecutivos. Para el 24 de abril, alcanzó un nivel del 16,19%. Sin embargo, la meta establecida por la Alcaldía es llegar al 20% para finales de abril, lo que indica que el racionamiento continuará siendo necesario en el corto plazo, a la espera de las lluvias esperadas.
El objetivo de la Alcaldía es ambicioso: alcanzar el 70% de la capacidad de los embalses para diciembre de este año, evitando así un racionamiento más severo en la temporada seca del 2025. Sin embargo, mientras se trabaja en la recuperación de los embalses, se mantienen las medidas de racionamiento para garantizar un uso responsable del recurso hídrico.
El balance de los primeros 15 días de restricciones al consumo del agua en Bogotá es positivo. Vamos por buen camino, pero no podemos depender únicamente de las lluvias, necesitamos mantener las medidas de restricción y seguir cambiando nuestros hábitos.
En estos primeros 15… pic.twitter.com/5tZE41PxBC
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) April 26, 2024
A partir de las 8:00 a. m. del viernes 26 de abril, los barrios ubicados en la zona 7 de Bogotá y algunos municipios de la sabana occidental, como Funza, Mosquera y Madrid, se verán afectados por un corte de agua programado que se extenderá por 24 horas, hasta las 8:00 a. m. del sábado 27 de abril. Estas áreas incluyen sectores delimitados por la calle 16C hasta la calle 26, entre la avenida Boyacá y la avenida Ciudad de Cali, así como entre la calle 14 y la 25, hasta el límite occidental donde cruza el río Bogotá, entre otras zonas.
La administración distrital hace un llamado urgente a los ciudadanos para que no acumulen más agua de la necesaria durante el período sin suministro. La meta de consumo establecida por la ciudad aún no se ha alcanzado, situándose en 15,67 metros cúbicos por segundo el 24 de abril, ligeramente por encima de la meta de 15 metros cúbicos por segundo.
Para abordar el consumo excesivo, el alcalde Carlos Fernando Galán ha implementado medidas complementarias al racionamiento de agua. Cada hogar tendrá un límite mensual de consumo de 22 metros cúbicos, con multas adicionales por exceder este límite, que se aplicarán a partir del 19 de abril. Las multas varían según el municipio y se aplicarán de manera proporcional al excedente.
Galán también anunció la creación de patrullas encargadas de supervisar y sancionar el desperdicio de agua, con multas que van desde 700.000 pesos para infractores por primera vez hasta 1′200.000 pesos para reincidentes. Además, se ha habilitado un canal de denuncias para reportar el derroche de agua, con el objetivo de desincentivar prácticas como el lavado de vehículos en la vía pública, el lavado de fachadas y el riego excesivo de jardines.
El llamado es claro: es necesario un cambio de comportamiento permanente en el uso del agua para garantizar su disponibilidad a largo plazo y evitar restricciones más severas en el futuro. La colaboración y la responsabilidad de cada ciudadano son fundamentales en este proceso de conservación del recurso hídrico y de enfrentamiento a la crisis generada por la disminución de los niveles de los embalses.
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