Ya cuando debió ser trasladado al hospital sufría dificultades para respirar, los médicos no pudieron hacer mucho más
Un paciente de Covid-19 en Estados Unidos murió en las últimas horas tras negarse a ponerse la vacuna contra el coronavirus. Su nombre era Michael Freedy, tenía 39 años de edad, deja a su prometida y a cinco hijos (de año y medio, seis, siete, 10 y 17 años).
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El irresponsable sujeto se complicó tras contraer el virus y antes de morir le dijo a su novia que se arrepentía por no haberse puesto la vacuna. De hecho no estaba en contra de la inmunización contra la pandemia, solo prefirió esperar a ver los efectos secundarios de los biológicos, cuestión que no pudo lograr.
Su prometida, Jessica DuPreez, reveló a la revista People el último mensaje de Freddy: «Debí haberme puesto la maldita vacuna».
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El hombre pensó que estaba insolado, estaba presentando escalofríos, se hizo la prueba al Covid-19 para descartar y sí, efectivamente se había contagiado. Llevando su cuarentena en casa emporó.
Ya cuando debió ser trasladado al hospital sufría dificultades para respirar, los médicos no pudieron hacer mucho más y murió.
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Entonces ya lo sabemos, la vacuna contra el Covid-19 hay que ponérsela si no queremos morir por esta enfermedad, es muy simple.