El convicto tenía este lunes que responder por la violencia contra líderes sociales, sindicalistas, defensores de derechos humanos y simpatizantes de la Unión Patriótica

 

Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar de las Autodefensas Unidas, hoy preso en los Estados Unidos, faltó a la imputación de cargos del Tribunal Superior de Bucaramanga, a través de videoconferencias, por estar en cuarentena tras haber dado positivo a coronavirus Covid-19.

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Mancuso se encuentra detenido en la cárcel Irwin County Detention Center, de Atlanta.

Por tener coronavirus, le estaría prohibido participar en videoconferencias, así como recibir visitas. De la misma forma, los procesos de deportación y envío a Colombia están congelados por cuenta de la pandemia.

Justamente, las cárceles estadounidenses —país que ya suma en total casi 1.5 millones de contagiados de Covid-19— tienen hoy graves dificultades por el aumento de casos entre reclusos, personal de custodia y administrativo.

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Según Covid Prison Data, grupo de expertos en justicia penal, al menos unos 13.436 reclusos de Estados Unidos y 5.312 trabajadores de prisiones de ese país tendrían el virus. Ese país tiene hoy la población carcelaria más grande del mundo, con 2,3 millones de detenidos.

Aunque la semana pasada el Gobierno le pidió a Estados Unidos que extradite a Mancuso a Colombia para que responda por sus delitos cometidos en el país, pues él ya terminó de pagar su pena por narcotráfico y no ha salido de prisión debido a que las cárceles de Estados Unidos están cerradas por la pandemia, esta situación demora mucho más su envío a Colombia.

Por ahora, Mancuso seguirá detenido por cuenta de las autoridades migratorias norteamericanas mientras se define su situación.

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También quedó aplazada la imputación que se iba a iniciar hoy, en la que Mancuso tenía que responder por la violencia contra líderes sociales, sindicalistas, defensores de derechos humanos y simpatizantes de la Unión Patriótica que fueron perseguidos y asesinados por los paramilitares.

A esa audiencia estaban citados 86 exjefes paramilitares, como Mancuso, Hernán Giraldo, Juan Francisco Prada, entre otros. Con esta imputación, la Fiscalía busca esclarecer 286 hechos de violencia perpetrados entre 1985 y 2006 contra los líderes sociales y simpatizantes de la UP, ocurridos en todo el país.