San Victorino afirmó que con la propuesta de reforma laboral de Gustavo Petro se verían afectados diversos frentes de su economía.
San Victorino es por tradición uno de los lugares más emblemáticos de Bogotá. Es conocido como uno de los principales centros comerciales de la ciudad, debido a su gran cantidad de tiendas y almacenes que ofrecen una amplia variedad de productos a precios muy accesibles.
Estas cualidades la hacen un lugar predilecto no solo para compradores, sino también para trabajadores, pues allí está ubicada un importante sector -especialmente textil- del cual se nutren miles de familias en la ciudad gracias a su importante afluencia.
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En la reforma laboral de Gustavo Petro (ya radicada en el Congreso) se obligaría a los empleadores informales a responder por horas extras y nocturnas, haciendo de estas labores mejor retribuidas para los empleados pero indudablemente una importante carga para los dueños de fábricas, tiendas, bodegas, etc. Sobre esto se refirió Wilson Vergara, gerente del Gran San:
“Más de 57 establecimientos comerciales del sector (San Victorino) se enfocan en la comercialización de ropa y calzado, lo que afectaría las ventas, ya que nuestros proveedores han manifestado que los precios de las prendas podrían subir en un 30% con la reforma laboral o podrían escasear algunos productos”.
Los cambios en el plano laboral así afectarían a San Victorino, distinguido hoy en día por su calidad y economía para los ciudadanos, especialmente en temporada de mitad de año y diciembre.
El panorama es “desconcertante” según el ejecutivo, pues espera que “el gobierno encuentre una solución y propuesta que pueda beneficiar a todas las partes”, esto “sin perder el sello distintivo de San Victorino”.