El narcotraficante buscaba acabar con la vida del general (r) Miguel Maza Márquez y de César Gaviria.

El miércoles 6 de diciembre de 1989 un bus cargado con 500 kilos de dinamita fue detonado frente al edificio de la Dirección Administrativa de Seguridad (DAS) por orden de Pablo Escobar quien quería desaparecer el lugar.

Durante ese atentado 63 personas murieron y más de 600 resultaron heridas, debido a la gravedad de los hechos muchos cadáveres no pudieron ser entregados a sus familiares por lo cual realizaron actos simbólicos para despedirlos.

La explosión fue tan fuerte que sus efectos se sintieron en varias cuadras a la redonda y varios locales, tiendas y personas resultaron afectadas por los hechos. Sin embargo, el objetivo de asesinar al policía y político no dieron resultados.