La pérdida de la sonda se convierte en un revés importante para el programa espacial ruso.
La agencia espacial Roscosmos de Rusia, anunció el domingo 20 de agosto que la sonda Luna-25 (Луны-25), la primera lanzada por el país euroasiático hacia el satélite de la Tierra desde 1976, chocó contra la superficie lunar. Este impacto ocurrió a raíz de un problema surgido el sábado durante una maniobra previa a su alunizaje.
Tras «el impulso para formar su órbita elíptica de prealunizaje«, el sábado «hacia las 14H57 [11H57 GMT], la comunicación con Luna-25 se interrumpió«, explicó la agencia rusa en un comunicado.
«Российская автоматическая станция «Луна-25» сегодня должна выйти на орбиту высотой 100 км вокруг Луны. Прилунение намечено на 21 августа севернее кратера Богуславский. Станции предстоит отработать технологию мягкой посадки pic.twitter.com/YVlaCA5uJy
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Hace varios días, el módulo de aterrizaje lunar de 1.2 toneladas se posicionó en órbita alrededor de la Luna. Desde entonces, los ingenieros rusos trabajaron en la emisión de comandos destinados a encender pequeños motores, con el propósito de ajustar la órbita de la nave espacial. El sábado, Roscosmos envió otro de estos comandos para situar a Luna-25 en una «órbita previa al aterrizaje«, en anticipación a lo que estaba programado para ocurrir este lunes 21 de agosto.
Los rumores corrieron desenfrenados en los canales de las redes sociales rusas, con la presunción de que la nave espacial probablemente se había perdido.
«Это неизбежный процесс познания и освоения новой техники. Потери были, есть и обязательно будут в дальнейшем, по какой бы программе ни осуществлялся полёт», – космонавт и герой России Андрей Борисенко о потере Луны-25
Ничего страшного, учли ошибки и работаем дальше! pic.twitter.com/3gkhkrtEg6
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«Este es un proceso inevitable de aprendizaje y dominio de nuevas tecnologías. Las pérdidas fueron, son y definitivamente y estarán en el futuro, sin importar el programa que se lleve a cabo el vuelo«, indicó el cosmonauta ruso Andrey Borisenko sobre la pérdida de la sonda Luna-25.
La pérdida de la sonda Luna-25 representa un golpe considerable para la ya debilitada industria espacial rusa, especialmente mientras el país se encuentra inmerso en un conflicto. La misión fue lanzada el 10 de agosto como parte de un intento por revivir los esfuerzos históricos de exploración espacial emprendidos por la Unión Soviética en las décadas de 1960 y 1970. Originalmente, esta modesta expedición lunar tenía como objetivo devolver a Rusia a la grandeza espacial.