Hace 26 años se presenció un terrible accidente aéreo que dejó un saldo de 52 fallecidos, sin embargo, hubo una única sobreviviente. Aquí la historia
Muchos recordarán el terrible accidente que se vivió la noche del 11 de enero de 1995; en este día un avión cayó y se destruyó por completo en María La Baja, Bolívar. El fatal suceso dejo 52 muertes y solo una sobreviviente, se trata de una niña de 9 años, quien ahora es una mujer de 35 años de edad.
Este avión pertenecía a la compañía aérea Intercontinental, esa noche salió desde Barranquilla, debía hacer una escala en Cartagena y luego terminaría su ruta en San Andrés. Pero las cosas no sucedieron de esa manera.
Andrés Patacón, con 19 años de experiencia en la compañía, era el capitán que lideraba esta nave aérea, sin embargo, no pudo controlar lo sucedido. Los restos del avión quedaron en la ciénaga, allí habitantes del lugar y reporteros presenciaron el terrible accidente.
“Alcanzaba a ver maletas, partes del avión, pero cuando empecé a disparar la cámara, el flash iba iluminando los cadáveres de las víctimas flotando. Duré varios días sin poder dormir con esas imágenes”. Dijo Oscar Díaz, uno de los primeros fotorreporteros que llegó al lugar.
¿Cómo hallaron a la única sobreviviente?
Como Erika Delgado Gómez, fue identificada la menor de 9 años; al parecer los residentes de la zona escucharon su llanto y fue así como la vieron en medio del agua. “Si hubiera caído en plena agua, seguro que se ahogaba, pero no sabemos cómo hizo Dios para colocarla en un sitio a salvo”, dijo Andrés Ramos, habitante del lugar.
Según lo dicho por el hombre, las plantas sostuvieron el pequeño cuerpo de Erika, sin embargo, no se explican cómo, pues son tan delgadas que no soportan gran peso. En medio de su desesperación la niña preguntaba por sus padres y su hermano, pero ellos ya habían fallecido.
¿Por qué ocurrió el accidente?
Según distintas investigaciones, parece que el capitán Patacón y el copiloto Eduardo Ríos decidieron cambiar de lugar en la cabina con el fin de hacer un entrenamiento. Cabe mencionar que este procedimiento, de realizar un entrenamiento en un vuelo comercial, está prohibido en las normas de aviación civil internacional.
Luego de esto, y a menos de 15 minutos de su llegada al aeropuerto Rafael Núñez, en Cartagena, se evidenció que el altímetro estaba dañado y registraba una altitud de 16.000 pies. Sin embargo, esto no era real.
En realidad, el avión tenía otro altímetro en el puesto del copiloto, pero la luz estaba fallando y la oscuridad de la noche más la poca iluminación que había en la cabina no permitían que se observara bien, por lo que es muy probable que los pilotos se dieran cuenta del error cuando el avión ya estaba muy cerca al suelo.
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