Un temblor de intensidad 7,4 golpeó Taiwán, ocasionando el colapso de estructuras, provocando la muerte de nueve personas y causando heridas a cientos más.
Una secuencia de temblores intensos, siendo el más potente de 7,5 grados de magnitud, impactaron la isla de Taiwán, causando daños significativos en edificaciones e infraestructuras, y generando la activación de alertas de tsunami tanto en Taiwán como en las islas japonesas de Okinawa y en Filipinas.
El alcalde Ko Wen-je aseguró que se ha elevado el nivel del centro de respuesta a desastres de la ciudad a dos, y se ha movilizado personal de obras públicas, estaciones industriales y de bomberos. Además, se han establecido equipos de respuesta de emergencia en cada unidad, y se ha iniciado de inmediato la investigación, la presentación de informes y las labores de socorro.
El terremoto resultó en el derrumbe de dos edificios, donde, según un portavoz de los bomberos de la ciudad de Hualian, se sospecha que hay personas atrapadas.
Ademas el temblor dejó alrededor de mil individuos atrapados en las montañas del Parque Nacional Taroko, situado en el condado de Hualien. Además, ocasionó el derrumbe de diversos tramos de carreteras y el bloqueo de la autopista Suhua, lo que resultó en la cancelación de los trenes con destino a Hualien. Como medida preventiva, las autoridades japonesas ordenaron la evacuación de aproximadamente 500.000 personas.
«El temblor ocurrió cerca de la superficie y tuvo poca profundidad. Su impacto se sintió en toda Taiwán y sus islas circundantes. Este es el terremoto más potente en 25 años», afirmó Wu Chien-fu, quien es el director del Centro Sismológico de Taiwán. Hizo referencia al terremoto de magnitud 7,6 ocurrido en septiembre de 1999, el cual dejó un saldo de 2.400 víctimas mortales.
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