«Nos preocupa que en varios de los videos sobre confrontaciones entre civiles y la Policía durante esas noches, se ven hombres vestidos de civil que acompañan a los policías disparando»

 

La Veeduría Distrital presentó un informe firmado por el veedor, Guillermo Rivera sobre los sucesos ocurridos el 9 y el 10 de septiembre en Bogotá, en los que el vandalismo y los abusos de la Policía afectaron el ejercicio del derecho de la protesta social. Entre los hallazgos: hombres vestidos de civil acompañaron la represión de los uniformados.

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En los hechos, que afectaron sobre todo a las localidades de Bosa, Suba, Kennedy y Engativá, muestran una previsible desproporción entre los desmanes cometidos por la Fuerza Pública y la ciudadanía.

Presuntos hechos para-policiales

Así, mientras hubo 75 ciudadanos heridos con armas de fuego, cuatro funcionarios fueron heridos de la misma manera.

«Nos preocupa que en varios de los videos sobre confrontaciones entre civiles y la Policía durante esas noches, se ven hombres vestidos de civil que acompañan a los uniformados disparando. No se sabe si son funcionarios vestidos de civil o civiles armados que presuntamente realizan hechos para-policiales», asegura el veedor Rivera.

«Presuntos abuso policial»

Las dinámicas de abuso policial no son exclusivas de esos dos días. Durante lo transcurrido de 2020 se han recibido 137 denuncias por estos hechos, distribuidas así:

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Desde estos 137 casos de vulneración de los derechos humanos, de estos, el 86 % fueron denunciados por violencia física, verbal y procedimiento arbitrario.

Los reportes de la Policía de Bogotá mencionan que apenas se están investigando 38 casos del total. La mayoría de los abusos se presentan en Ciudad Bolívar, Rafael Uribe y Mártires.

Las denuncias recibidas por la Personería también preocupan. Esta entidad ha registrado 141 denuncias sobre abuso de autoridad; de estas el 50 % fueron hombres, 35 % mujeres y 10 % población LGTBI. Por su parte, la Veeduría Distrital, cuenta con tres expedientes abiertos frente al abuso de autoridad.

Se pierde la confianza en la institución

Las dinámicas anteriores, se reflejan en una pérdida preocupante de confianza en la institución. Según el Barómetro de las Américas, solo uno de cada cuatro habitantes de Bogotá confía en esa Fuerza.

Esta cifra la corrobora el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, que a partir de otra encuesta determina que solo tres de cada 100 bogotanos que acude al derecho a la protesta, confía en la institución.

Recomendaciones de la Veeduría

A pesar que las protestas han venido en aumento desde 2018 en Colombia y Bogotá, el incremento en casos de vandalismo que afectan la protesta, así como la represión y los abusos de funcionarios que afectan el derecho de los ciudadanos a manifestarse, requieren soluciones estructurales. Entre ellas, la Veeduría Distrital plantea las siguientes:

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  • Promover una rápida actuación judicial y disciplinaria para esclarecer los hechos en los que están comprometidos unfirmados, así como acciones judiciales efectivas frente a hechos de violencia cuya responsabilidad se atribuye a los ciudadanos.
  • Esclarecer los hechos  en los que personas vestidas de civil aparecen disparando de la mano de la Policía.

Reforma… ¿necesaria?

Además, se debe promover una reforma dirigida a:

  • Garantizar la independencia y neutralidad en el ejercicio del control interno de la Policía. Se debe considerar recuperar la figura del Comisionado Nacional para Asuntos de Policía que fue suprimida en 1997.
  • La evaluación y seguimiento al interior de la Policía debe comprender el componente de prevención de acciones constitutivas de violaciones a los Derechos Humanos de los ciudadanos.
  • Instaurar mecanismo para vigilar y garantizar el estricto cumplimiento, por parte de la Policía y todos sus efectivos, de las instrucciones impartidas por el alcalde o alcaldesa de la ciudad.
  • Adelantar iniciativas institucionales orientadas a pedir perdón a las víctimas de los hechos ocurridos.

Es fundamental que la Policía Metropolitana de Bogotá haga todas las acciones pertinentes para reestablecer la confianza en su institución que permita garantizar la legitimidad en sus acciones.

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De ello, sumado a la promoción de la cultura ciudadana en aras de que el vandalismo no termine afectando el derecho a la protesta, dependerá que se recupere el contrato social en la ciudad. “De que reformas como estas se hagan, dependerá que hechos como los del 9 y el 10 de septiembre, en los que incluso se vieron en videos y en denuncias presuntos hechos para-policiales no vuelvan a ocurrir jamás”, concluye Rivera.