Este miércoles, Washington capital de Estados Unidos optó por no renovar las licencias que habían proporcionado cierto alivio al sector petrolero de Venezuela.

Tras el anuncio del gobierno de Estados Unidos de la reimposición de sanciones contra Venezuela, se abre un período de incertidumbre, especialmente para la economía del país sudamericano. Esto ocurre en un momento marcado por un proceso electoral cuestionado, debido a las denuncias de la comunidad internacional sobre la falta de transparencia y las dificultades para la participación de la oposición en los comicios.

Durante seis meses, el país vecino experimentó un período en el que Washington concedió una licencia a la industria petrolera venezolana. Durante este lapso, hubo un flujo de ingresos petroleros que contribuyó a una mejora económica, evidenciada por una inflación que se mantuvo en torno al 3 por ciento.

Los analistas prevén que el retorno de las sanciones tendrá un impacto más severo en la economía venezolana y resultará en un recrudecimiento de la polarización política entre el chavismo y la oposición. Tras la decisión de Washington de no renovar las licencias para el sector minero y gasífero de Venezuela, las empresas que deseen hacer negocios con la estatal petrolera venezolana, PDVSA, deberán solicitar autorizaciones individuales al Tesoro estadounidense, las cuales serán evaluadas caso por caso.

El analista venezolano Giulio Cellini sostuvo en una entrevista con ‘EL TIEMPO’ que la revocación del alivio no fue una sorpresa, ya que había sido anticipada por Washington semanas atrás. Cellini explicó que, aunque se esperaba cierta flexibilidad por parte de Estados Unidos, la continuación de las sanciones se debe a la falta de avances significativos en el ámbito político y electoral en Venezuela.

Cellini destacó la complejidad de la situación política en Venezuela, donde el gobierno de Maduro enfrenta presiones tanto internas como externas para llevar a cabo reformas democráticas y garantizar condiciones equitativas para las próximas elecciones. «Aunque las sanciones han sido utilizadas como una forma de presionar al gobierno de Maduro, está claro que en Venezuela no hay disposición para negociar nada que ponga en peligro la permanencia del gobierno», afirmó.

Por otro lado, el analista pronostica una posible escalada en las acciones por parte del gobierno venezolano como respuesta a la decisión de Estados Unidos de no renovar la licencia que permitía transacciones relacionadas con el sector petrolero. «Es lamentable porque aunque las sanciones hayan servido como una táctica de presión contra el gobierno de Maduro, es evidente que en Venezuela no existe la disposición para negociar cualquier cosa que pueda poner en peligro la permanencia del gobierno», comentó Cellini.

El gobierno venezolano está adoptando una postura más rígida frente a las presiones externas, lo que dificulta aún más la posibilidad de llegar a acuerdos que puedan aliviar la crisis económica y política del país. Además, esto podría aumentar la influencia de otros actores internacionales, como Rusia, China o Irán, en el comercio petrolero con Venezuela, lo que complicaría aún más la situación geopolítica en la región.

¿Qué efectividad han tenido las sanciones?

El economista Luis Oliveros argumenta que las sanciones no han tenido ningún impacto positivo y no han logrado un cambio de Gobierno. Recordó que «cuando se implementaron, se dijo que Maduro no podría resistir las sanciones, que la población se cansaría y saldría a protestar».

En ese momento, en 2018, los venezolanos estaban sufriendo los efectos de la hiperinflación y la escasez, y se les aseguró que gracias a las sanciones, la comunidad internacional intervendría para ayudar y se produciría un cambio político, algo que nunca ocurrió. Oliveros considera que es crucial que Venezuela aumente sus ingresos a través del sector petrolero, «que más empresas operen aquí, que el mercado laboral en el sector petrolero se active, aunque no sea con un gran número de empleados, pero esto impactará en otras áreas de la economía y generará crecimiento económico automáticamente», afirmó.

¿Qué efecto tuvieron las licencias?

La emisión de estas licencias generó una mejora en el flujo de efectivo en la economía venezolana, lo que ayudó a reducir la tasa de inflación y a mantener la estabilidad en el tipo de cambio, según señalaron varios expertos. Los ingresos de la petrolera estatal aumentaron de 3.000 millones de dólares en 2022 a 6.320 millones en 2023, de acuerdo con cifras del gobierno venezolano, ya que la suspensión parcial y temporal del embargo permitió reanudar los envíos a países como India.

No obstante, es importante destacar que estos alivios no compensan completamente lo que Venezuela debería recibir si no estuviera sujeta a sanciones internacionales. En total, se han impuesto alrededor de 923 sanciones, según datos del Observatorio Antibloqueo.

La revisión de la política de sanciones comenzó con la revocación de la Licencia General 43, que dio a Minerven, la empresa estatal de oro de Venezuela, hasta el 13 de febrero para cerrar las operaciones amparadas por dicha licencia. En cuanto a la expiración de la Licencia General 44, esto no afectará las operaciones de Chevron y los contratistas como Halliburton, ya que estas operaciones se basan en las Licencias Generales 8M y 41.

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, respondió a la reinstauración de sanciones y acusó al gobierno de Estados Unidos de no honrar los acuerdos. Rodríguez enfatizó el compromiso de Venezuela con sus promesas, asegurando que cuando firman un acuerdo, lo cumplen completamente.

Destacó que Venezuela ha cumplido con todos los compromisos acordados, incluida la fecha de las elecciones presidenciales, programadas para el segundo semestre de 2024, específicamente el 28 de julio. Subrayó que han rechazado la violencia y han cumplido con la indicación de la fecha de las elecciones, reafirmando así su independencia y soberanía como nación.

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