Este comunicado marca el fin de un prolongado período de dificultades financieras en el que el proyecto de fusión empresarial entre Viva Air con Avianca no logró evitar la declaración de quiebra absoluta.
Viva Air, otra de las aerolíneas que se encontraba enfrentando problemas financieros, se vio obligada a poner fin a sus operaciones aéreas al presentar oficialmente su solicitud para iniciar el proceso de liquidación ante la Superintendencia de Sociedades.
La solicitud fue aceptada por la entidad después de que Viva Air expusiera una situación insostenible. Una deuda superior a un billón de pesos y dificultades significativas para hacerle frente, sumado a la imposibilidad y los altos costos de continuar operando en el país, fueron factores determinantes que hicieron inviable la recuperación de la aerolínea.
#Comunicado| Fue decretada la apertura del proceso de liquidación judicial de la sociedad FAST COLOMBIA S.A.S. (VIVA AIR), con ocasión de lo expuesto por la empresa sobre la inviabilidad del trámite recuperatorio que había iniciado.
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— Supersociedades (@SSociedades) June 22, 2023
La empresa con sede en Medellín y una filial en Perú presentó el 20 de junio una solicitud para iniciar el proceso de liquidación. Esta determinación fue tomada por la asamblea de accionistas, liderada por su presidente Francisco Lalinde, después de llegar a la conclusión a finales de mayo de que, a pesar de todos los esfuerzos realizados, Viva Air no cuenta con la capacidad financiera para continuar volando, tal como se establece en la resolución emitida por la Superintendencia de Sociedades. De este modo, desaparece una compañía que llegó a ocupar el segundo lugar en términos de volumen de operaciones en el mercado local y dejó, tras suspender sus actividades, a más de 16.000 pasajeros afectados en tierra.
La cancelación de los contratos de arrendamiento de las aeronaves y la exigencia de devolverlos, además de los embargos y otras presiones ejercidas por los acreedores que atenazaron la posibilidad de gestionar los activos, son algunos de los factores que han bloqueado la posibilidad de que Viva remontara el vuelo. La resolución de la Supersociedades enfatiza que la decisión busca «proteger los pocos activos de la sociedad» y «los derechos de los acreedores más vulnerables, como es el caso de los trabajadores«.
Ahora se vislumbra una competencia comercial entre las aerolíneas en funcionamiento para cubrir las rutas que dejó Viva Air, lo que podría resultar en un aumento de los precios de los pasajes. Es un desenlace desalentador para la compañía y los más de 4.000 empleados, tanto directos como indirectos, que durante más de 10 años contribuyeron a su funcionamiento.
