En medio de un clima tenso, Manuel Gil, vocero de los taxistas, arremete contra las autoridades al denunciar acciones que considera injustificadas hacia el gremio. Además, señala la falta de comunicación entre el sector y la Secretaría de Movilidad.
El gremio de taxistas en Bogotá anunció la suspensión de la convocatoria al paro que tenían programado para este miércoles 22 de noviembre. La medida fue tomada después de las tensiones generadas por la convocatoria de Hugo Ospina, un autodenominado líder del sector, para bloquear vías cercanas al Aeropuerto Internacional El Dorado, generando reacciones tanto a favor como en contra.
La Secretaria de Movilidad de Bogotá, Deyanira Ávila, aclaró que Ospina no representaba la vocería oficial de los taxistas de la ciudad, desvinculándose así de las acciones propuestas por este líder.
Manuel Gil, vocero de los taxistas, explicó que, pese a las problemáticas que enfrenta el gremio, especialmente relacionadas con el transporte pirata y los costos de la gasolina, las demandas no han sido atendidas de manera adecuada por parte de la Secretaría de Movilidad del Distrito. Gil expresó su preocupación por la falta de respaldo ante la ilegalidad en carros particulares y motos, solicitando un trato equitativo por parte de las autoridades.
El líder gremial cuestionó la actitud de la alcaldesa Claudia López y denunció que las autoridades de tránsito han inmovilizado vehículos de manera injusta, generando inconformidad en el sector.
Manuel Gil es el presidente del sindicato de taxistas de Bogotá y también hace parte del comité del paro, junto con Ospina.
Pero según lo que él está diciendo aquí , también es una voz como los otros. y no está tan de acuerdo con salir a arriesgarse, arriesgar los carros entre… pic.twitter.com/WvLpnTpxmg— DoñaPily (@dona_pily2) November 21, 2023
Gil también señaló que, pese a las manifestaciones, es más prudente evitar exponer a los compañeros a sanciones y judicializaciones. Además, desmintió que la Secretaria de Movilidad se haya sentado en la mesa de negociaciones con los taxistas, señalando una falta de diálogo real.
Desde el Gobierno Nacional, el gremio de taxistas indica que les han incumplido, especialmente en relación con los bonos acordados para enfrentar el aumento en el precio de los combustibles. Aunque se pactaron en $100.000, hasta el momento solo se han entregado $60.000, generando malestar entre los conductores.
A pesar de la suspensión de las manifestaciones programadas para el 22 de noviembre, los taxistas se declararon en asamblea permanente, manifestando su disposición a negociar con las autoridades correspondientes. El vocero del gremio expresó la espera de ser convocados a una mesa de diálogo con la Secretaría de Movilidad, la Secretaría de Seguridad y la Secretaría de Gobierno, advirtiendo que, de no darse estas conversaciones, el inconformismo del gremio podría reflejarse nuevamente en las calles.
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