Japón realizó la millonaria inversión como parte de su Estrategia de Seguridad Nacional y busca dar un golpe sobre la mesa ante las recientes provocaciones desde China.

Japón es territorialmente pequeño en comparación con otros países, pero nunca se ha puesto en duda su capacidad de lucha e inteligencia en momentos difíciles. Por eso, el país oriental ha sabido posicionarse en la cima del mundo gracias a sus avances tecnológicos y otras cualidades que lo encierran en la esfera de las grandes potencias.

Japan to order 500 Tomahawk missiles from U.S. in FY 2023https://t.co/2v5RNfS8wo

— Japan Embassy Canada (@JapaninCanada) February 18, 2023

Ayer, la Cámara Baja del Parlamento japonés aprobó una inversión de 6,8 billones (lo equivalente a 50.000 millones de dólares) para el fortalecimiento de su Ejército. Con esto se marca un hito, pues resulta un 20% superior en retrospectiva con el 2022. Aseguran portavoces del gobierno nipón que la compra se hará directamente a Estados Unidos y se centrará en misiles de crucero Tomahawk de largo alcance; cuyas virtudes corresponden a afectaciones a buques de guerra y objetivos con distancias de hasta 1600 kilómetros.

Opiniones divididas en Japón, pues el legislador opositor Chinami Nishimura afirmó: «la mejora de la atención a la infancia se ha descuidado durante más de 10 años”. “¿Por qué se aprobó tan rápidamente el presupuesto para gastar tanto dinero en Tomahawks». La respuesta del gobierno refiere a que «ninguno es más importante que el otro y ambos merecen prioridad».

También se le ha señalado de forma negativa al parlamento, quien «prevé» triplicar el gasto militar en los próximos cinco años de acuerdo a las «amenazas» que representan Rusia, China y Corea del Norte.

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