El epicentro de la pandemia ya está retornando a la normalidad como si no existiera el coronavirus, pues hasta se ha dejado de lado el uso de tapabocas
Wuhan, fue la primera ciudad en el mundo en irse a aislamiento a causa del Covid-19, sin embargo, esos días de extremos cuidados parecen haber quedado en el pasado. Ahora, sus habitantes disfrutan del regreso a la normalidad, visitando establecimientos, comercios y hasta asistiendo a fiestas con pocas o nulas medidas de bioseguridad.
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Este es el panorama de la ciudad donde se originó el coronavirus mientras que el mundo está sumido en la desesperación por causa del segundo pico de Covid en algunos países o las nuevas cepas que amenazas con ser mucho más letales que la primera.
Las discotecas viven a reventar y en ellas se ve a cientos de personas aglomeradas sin la más mínima medida de bioseguridad, pues ni siquiera usan el tapabocas y ni hablar del distanciamiento social, como se puede apreciar en las imágenes.
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Sin embargo, este panorama no es nuevo, pues en agosto DW difundió imágenes en las que se puede observar a gran cantidad de jóvenes asistiendo a una fiesta tecno, establecimientos de comida llenos de personas sin ninguna restricción y las calles con gran afluencia de turistas y personas que viven en Wuhan, quienes apenas y usan el tapabocas.
Así se vive la nueva normalidad en Wuhan
Wuhan se pone de pie
En enero de este año la atención del mundo estaba puesta en #Wuhan, la primera ciudad confinada y epicentro del virus.
Siete meses después y mientras la COVID-19 sigue causando estragos, la ciudad china experimenta el retorno a la plena normalidad. pic.twitter.com/gLeSPk0WQ4
— DW Español (@dw_espanol) August 12, 2020
Este nuevo panorama se debe a que China ya logro casi erradicar el virus, pues no ha tenido rebrotes en los últimos días, lo cual ha permitido la reapertura de más sectores de la economía y han logrado que los 11 millones de habitantes de Wuhan puedan salir a realizar actividades que, por lo menos en Colombia, se ven muy lejanas.
Ahora, los locales dejaron de lado los elementos de protección como gafas, caretas, trajes blancos enterizos y regresan poco a poco a su cotidianidad dando esperanza para los países que aún cumplen con restricciones por la enfermedad.