Muchas mamás primerizas desconocen los cólicos en los bebés, es por eso que aquí le daremos algunos consejos para poder evitarlo y manejarlos de la forma correcta
Los cólicos en bebés son más comunes de lo que se cree, es por eso que se debe estar muy atento ante esta situación, ya que puede ser muy incomodo para los menores. El principal síntoma que se evidencia es el llanto, si un bebé llora más de 3 horas al día en periodos separados podría tratarse de este dolor.
Generalmente, los cólicos empiezan cuando los bebés tienen tan solo 3 semanas de nacidos y tienden a empeorar cuando cumplen de la cuarta a la sexta semana. En la mayoría de los casos, estos dolores empiezan a desaparecer después de la séptima semana, y para los 3 meses ya no deberían existir.
¿Cuáles son las causas de los cólicos?
Aunque estas pueden variar y solo un médico puede diagnosticarlas de manera correctas, en la mayoría de los casos estos dolores son provocados por:
- Dolor por los gases.
- Hambre.
- Alimentación excesiva.
- El bebé no puede tolerar ciertos alimentos o ciertas proteínas en la leche materna o la leche de fórmula.
- Sensibilidad a determinados estímulos.
- Emociones como el miedo o la frustración.
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¿Qué debo hacer cuando mi bebé tenga cólicos?
No todos los métodos funcionan para todos los bebés, es por eso que a medida de qué pase el tiempo sabrá lo que le funciona y lo que no. Sin embargo, los siguientes son unos consejos generales qué podrá poner en práctica.
- Permita que su bebé termine de alimentarse en la primera mama antes de ofrecerle la otra. La leche al final del vaciado de cada mama, llamada la leche postrera, es mucho más rica y a veces más calmante.
- Si su bebé todavía parece incómodo o está comiendo demasiado, ofrézcale solamente una mama con la frecuencia que usted quiera, durante un período de 2 a 3 horas. Esto le dará a su bebé más leche postrera.
- Envuelva a su bebé. Envuélvalo cómodamente en una cobija.
- Cargue a su bebé.
- Meza suavemente a su bebé.
- Cántele a su bebé.
- Sostenga a su bebé en una posición erguida
- Pruebe colocando una toalla caliente o una botella de agua caliente en el estómago del bebé.
- Coloque al bebé boca abajo cuando esté despierto y frote su espalda.
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