Con el 98 % del conteo de los votos, el 40,2 % fueron para el actual vicepresidente de Taiwán, afiliado al Partido Demócrata Progresista (DPP) y se proclama como el nuevo presidente de ese país.
Los votantes en Taiwán han elegido un nuevo líder en elecciones que se llevaron a cabo en un contexto marcado por las tenciones con China, que ha intensificado sus amenazas hacia la isla autónoma en los últimos ocho años. El ganador de las elecciones es Lai Ching-te, actual vicepresidente de Taiwán y figura abiertamente despreciada por Beijing.
El actual vicepresidente y favorito en los sondeos, miembro del gobernante Partido Demócrata Progresista (DPP), obtuvo el 40,2 % de los sufragios, según los resultados escrutados en 98 % de los centros electorales.
En el pasado cambio de gobierno en la isla en 2016, cuando el Partido Democrático Progresista (PDP) llegó al poder, Beijing cortó la mayoría de las comunicaciones con Taipéi e intensificó la presión económica, diplomática y militar sobre la isla en los años subsiguientes, convirtiendo el estrecho de Taiwán en uno de los principales puntos de inflamación geopolítica en el mundo.
Aunque China considera a Taiwán parte de su territorio, a pesar de nunca haberlo controlado, el presidente Xi ha vinculado la misión de «reunificación» con su objetivo de «rejuvenecimiento nacional». La analista Amanda Hsiao del International Crisis Group señaló que «esta elección marca un cambio de liderazgo en un momento en el que las tensiones a través del estrecho son elevadas, y preservar la estabilidad se ha convertido en un desafío mayor«.
Hsiao añadió: «A corto plazo es poco probable que se produzca un conflicto en Taiwán. Pero si estallara, las ramificaciones se sentirían en todo el mundo«. El próximo desafío para el nuevo liderazgo taiwanés incluirá mantener la estabilidad en medio de las crecientes tensiones con China, cuyas implicaciones podrían ser de alcance global.
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