Una menor de tan solo 7 años de edad es la víctima mortal más reciente a manos de las Fuerzas Armadas

En los últimos días se conoció que una niña de 7 años murió a causa de las balas disparadas por las autoridades de Birmania, quienes han sido fuertemente criticadas a nivel internacional por causa de los ataques cometidos en contra de la ciudadanía.

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El caos se desató en ese país del Sudeste Asiático luego del golpe de Estado ocurrido el pasado 1 de febrero y de acuerdo con reportes oficiales, serían al menos 20 menores de edad los que han perdido la vida por causa de los enfrentamientos con los militares.

«Los soldados de Birmania no tienen ninguna humanidad en ellos; no les importa la vida de 7 años extinguida demasiado joven», fueron las fuertes declaraciones que dio Phil Robertson, subdirector en Asia de la organización Human Rights Watch, en diálogo con EFE.

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A su vez, la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), dio a conocer que hay alrededor de 286 víctimas mortales, y de ese total 66 son personas que no superan los 20 años de edad.

El panorama es espeso y no parece aclarar, pues desde la primera semana de febrero las personas se han volcado a las calles en contra del golpe de los militares, quienes les responden violentamente con pelotas de goma, granadas aturdidoras y munición, atentando contra sus vidas.

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«Los niños se están viendo atrapados en este salvajismo. Esto es intolerable e inaceptable, y la comunidad internacional debe exigir responsabilidades tanto a los mandos militares como a los soldados por estas atrocidades», agregó el funcionario sobre lo ocurrido en Birmania.