Según Nayib Bukele, presidente de El Salvador, la solución de la crisis en Haití depende únicamente del consentimiento del gobierno de ese país y la aprobación de la ONU.
La situación en Puerto Príncipe, la capital de Haití, se ha vuelto cada vez más caótica y violenta en las últimas semanas. Esto se desató después de que alrededor de 4.500 prisioneros se escaparan de una de las cárceles y el principal líder de las pandillas exigiera la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.
A pesar de que en octubre pasado el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución para autorizar una misión internacional de restablecimiento de la paz liderada por Kenia, dicha misión aún no ha comenzado a operar. Mientras tanto, existe una creciente preocupación de que la situación en Haití pueda desencadenar una guerra civil, e incluso trascender las fronteras hacia la vecina República Dominicana, con la que comparte la isla de La Española.
En este contexto, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ha sido elogiado por su gestión en la reducción de los niveles de criminalidad en su país, ha ofrecido su ayuda para restablecer el orden en Haití. Bukele expresó en un post a través de sus redes sociales en respuesta a una publicación de un ciudadano haitiano que denunciaba la criminalidad en el país: «Podemos solucionarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y cubrir todos los gastos de la misión«.
We can fix it.
But we’ll need a UNSC resolution, the consent of the host country, and all the mission expenses to be covered. https://t.co/GPqMVo7MTN
— Nayib Bukele (@nayibbukele) March 10, 2024
A pesar de la razonabilidad y necesidad de las condiciones planteadas por Bukele, la implementación de esta propuesta requerirá un consenso internacional que podría llevar tiempo, mientras la situación en Haití sigue deteriorándose. Además, aunque El Salvador ha tenido éxito en la lucha contra la criminalidad a nivel local, no está garantizado que esta misma estrategia sea efectiva en un contexto diferente, lejos de sus fronteras y en un país con mínima institucionalidad.
Si la propuesta de Bukele avanza, se enfrentará al desafío de Jimmy Cherizier, conocido como ‘Barbecue‘, el principal líder de las bandas criminales en Haití. Cherizier ha amenazado con desencadenar una guerra civil si Ariel Henry no dimite y la comunidad internacional continúa apoyándolo.
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