Estudios realizados apuntan a que la respuesta es: Sí, los animales pierden el miedo a los depredadores luego de tener contacto humano, lo que representa que el hombre podría sumarle un mal adicional a la naturaleza.

No podemos desconocer el daño que le hemos hecho al planeta y a muchas especies de animales; contaminamos, acabamos con el hábitat, cazamos, domesticamos, maltratamos y podríamos seguir sumando tragedias.

¿Pierden los animales el miedo a los depredadores tras contacto humano?
Foto: Manuel Saldarriaga

¿Pierden los animales el miedo a los depredadores tras contacto humano?

Ahora, según un reciente estudio otra consecuencia secundaria tiene que ver con las acciones del humano sobre ellos.

La publicación de la revista científica ‘PLOS Biology‘, demuestra que los animales pierden en gran medida su miedo instintivo a los depredadores después de interactuar con los humanos.

Lo que significa en gran medida que serán presa fácil para dichos animales, teniendo en cuenta que la supervivencia en el reino animal se basa en gran medida a la reacción que se tenga frente a un depredador.

¿Pierden los animales el miedo a los depredadores tras contacto humano?
Foto tomada de: www.boredpanda.es

La interacción entre animales y humanos puede darse de diferentes formas, cautiverio, domesticación o urbanización sin embargo todas tienen el mismo resultado: abandonar la mayoría de los comportamientos de evasión frente a sus depredadores.

En el estudio realizado se especula que el fenómeno se debe mayoritariamente a que los animales viven en un entorno más seguro y al hecho de que el humano suele domesticar o convivir con razas dóciles.

Sin embargo, se pudo concluir que desde el primer contacto que tuvieron estos animales con los humanos significo un cambio de comportamiento significativo.

¿Pierden los animales el miedo a los depredadores tras contacto humano?
Foto tomada de: www.univerxum.com

Siendo la domesticación más preocupante que la urbanización, pues afecta tres veces más rápido que esta. El cautiverio, sin embargo, parece fomentar los cambios de comportamiento más lentos.

Como es lógico, estos cambios de comportamiento pueden resultar bastante complicados en caso de que estos animales sean devueltos a su hábitat natural.

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