El Papa se dirigió a todas las personas en medio de la Plaza de San Pedro, que se encontraba completamente vacía

El Papa Francisco dijo que «desde hace unas semanas parece que todo se ha oscurecido», e hizo referencia a las plazas vacías y silenciosas por todo el mundo. «Nos sorprendió una tormenta inesperada», dijo, como a los discípulos del pasaje bíblico. «En esta barca estamos todos, como esos discípulos que hablan con una única voz, y con angustia dicen ‘estamos perdidos'».

Además enfatizó que nuestras vidas están sostenidas por «personas comunes» que no aparecen en portadas, pero que «están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia», como médicos, enfermeras, limpiadores, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas, «y tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo».