La comunidad maorí ha organizado una ceremonia en honor de su «alma» mientras sus restos se descomponen naturalmente

 

Cerca de un centenar de ballenas piloto o calderones quedaron varados en las playas de las islas Chatam, un alejado archipiélago situado a unos 500 Km al este de la isla del Sur, en Nueva Zelanda, lo que complicó las operaciones de salvamento, informó este miércoles el Ministerio de Biodiversidad de ese país.

Llegaron los grandes tiburones blancos

El Departamento de Conservación de Nueva Zelanda (DOC) dijo que en total 97 ballenas piloto y tres delfines murieron en el varamiento, añadiendo que fueron notificados del incidente el domingo.

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Jemma Welch, que trabaja en ese Ministerio, dijo que 69 delfines estaban muertos cuando llegaron las autoridades encargadas de la protección de la fauna salvaje. Asimismo, otras 28 ballenas piloto debieron ser sometidas a la eutanasia.

Welch explicó que las autoridades se vieron obligadas a tomar una decisión así debido al fuerte oleaje y a que este varamiento atraería a grandes tiburones blancos.

Suicidio masivo de ballenas

La comunidad maorí ha organizado una ceremonia en honor de su «alma» mientras sus restos se descomponen naturalmente, subrayó.

En 1918, las islas Chatham registraron un varamiento masivo con más de mil cetáceos muertos.

El calderón puede alcanzar hasta seis metros de largo y es una especie muy extendida en las aguas neozelandesas.

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Aunque los científicos llevan estudiando estos varamientos desde hace décadas, todavía se desconocen las razones que llevan a los cetáceos a esta forma de suicidio.

Según los investigadores, los globicéfalos podrían desviarse siguiendo a un miembro del grupo enfermo. Las condiciones metereológicas o la presencia de depredadores podrían también llevarlos a desviarse de su itinerario.

Con información de Reuters y DW